Niké, diosa griega de la victoria, luego de algunos siglos. |
Cuando escucho hablar de casos de éxito puros, de gente que no comete errores, impolutos que no fallan nunca, no solo no les creo sino que me causa rechazo.
Luego de la crónica victoriosa de la semana pasada, vamos a contar un poco de algunos fracasos. El campeonato invicto logrado por los veteranos mayores de 45 del club 25 de Agosto arranca en más de una derrota dolorosa.
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Este mismo año, el mismo grupo base pero en otro contexto -el campeonato de mayores de 35 años-, sufrió unas cuantas derrotas estruendosas, por más de 20 puntos. Dolieron más ya que hasta hace poco este equipo estaba siempre en la definición del torneo.
Si el equipo está completo le puede ganar a cualquiera, pero a veces, los 10 años de edad que da de ventaja, no se pueden disimular.
Despues de campeonar es difícil sostenerse y hay que renovarse. El bajón puede estar a la vuelta de la esquina.
Los uruguayos tenemos mucha experiencia acumulada en esto. Durante la primera mitad del siglo pasado fuimos invencibles, en la segunda mitad nos lo creimos. Hasta que vino Jaime Roos y nos cantó la justa en la cara y sin anestesia:
Ayer eramos campeones,
les íbamos a ganar.
hoy somos los sinvergüenzas
que caen a picotear
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Hace exactamente un año empecé a postear la frase del viernes en el blog de humor "La Galanga". La Frase pasó de ser un simple mail dirigido a los amigos a publicarse en la "nube". Mi primo y tocayo "editor irresponsable" del susodicho pasquín me dió mucha manija. Yo le dije que tenía algo escrito que me parecía bueno para compartir pero que no tenía mucho humor, sino todo lo contrario.
Era la crónica de una derrota, se llamaba "Volver a empezar" y trataba de un partido del campeonato de +45 del año pasado. Igual que este año, veníamos invictos, hasta que en una semana fatídica aconteció lo imprevisible: un esguince, un desgarro y una rotura de tendón de Aquiles. Perdimos el partido y además sufrimos tres bajas, tres compañeros fuera de combate.
La final de este año fue muy similar a la del año pasado, con distinto final. Vibrante hasta el último segundo, terminó 95 a 92. Aguada fue más que nosotros.
Por todo esto decimos que detrás de un campeonato invicto se esconden mil derrotas. Los deportistas sabemos de eso, a veces se gana y a veces se pierde, el juego tiene revancha, siempre es posible superarse y nunca es tarde para volver a empezar.
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Los que quieran leer aquella crónica de una derrota con lesión hagan click aquí: Volver a empezar
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