A pesar del ruido mediático eleccionario hay muchas cosas que andan bien en la enseñanza secundaria. El Instituto Alfredo Vazquez Acevedo (IAVA) es una de ellas. Por suerte no es el único. Intentaremos desentrañar por qué funciona.
Hace varios años que van equipos de la facultad de Ingeniería y de la UDELAR a estudiar que es lo que se hace en el IAVA para que sus alumnos que ingresan a facultad sean de los mejor formados.
No todo son rosas. Si bien el edificio fue remozado hace unos años, como tantos otros liceos ya empieza a tener carencias de mantenimiento. Tiene unos cuantos buenos docentes, otros más o menos y también los hay malos. Es cierto que muchos tienen categorías altas, pero eso no garantiza que todos sean buenos; se sabe que en Uruguay se puede ascender por que uno es bueno o simplemente por antiguedad, es decir por viejo. Con los funcionarios pasa lo mismo que en todos lados, algunos muy comprometidos, otros comprometidos y otros nada. Los estudiantes no se eligen, vienen de todo Montevideo y hay de diferentes entornos socio-económicos.
Entonces: ¿Por qué funciona bien?
La respuesta es bien simple, el milagro del IAVA no es ningún milagro, se basa en algunas buenas ideas, un poco de calidad y mucho trabajo. Hay unas cuantas personas que hacen las cosas bien y un poquito más. El mito se apoya en la suma de unos cuantos granitos de arena que aporta mucha gente. Los granitos se potencian unos con otros, se genera una buena sinergia y los alumnos sienten ese ambiente positivo y también ellos lo cultivan y defienden.
He aquí algunos de esos granitos:
* El IAVA cuenta con una muy buen equipo de dirección, que hace su trabajo con vocación y devoción. De mañana se puede ver a las directoras saludando a los alumnos en la puerta del liceo, los conocen a todos. Cumplen con sus tareas y si hay que apoyar algo que no es de su competencia igual se suman y dan el ejemplo: el día del patrimonio las vi barriendo la vereda a las 8 de la mañana antes de abrir las puertas.
* Docentes comprometidos. Es fundamental que unos cuantos se embarquen en de los proyectos extracurriculares, actividades de extensión, culturales o deportivas. Siempre hay algun profe que se suma honorariamente y apoya.
* Comisión de padres que funciona (APAL), es de las pocas que existen en liceos de segundo ciclo. Está integrada por la dirección y por padres de alumnos, aunque usted no lo crea también la integran ex-padres del liceo. No se recauda mucho, siempre parece insuficiente, casi 10.000 pesos por mes. Para un liceo de 1.500 alumnos, el promedio de recaudación es de menos de 10 pesos por cabeza. Este sería el razonamiento viendo el vaso medio vacío, pero ese "pequeño" aporte es fundamental ya que es igual al presupuesto que el liceo tiene para el mantenimiento mensual.
Entre las actividades que apoya la APAL se encuentran: la fiesta de fin de año para los egresados, amplificación, música, torta, pizzas y refrescos gratis. Camisetas para los que compiten deportiva o artísticamente representando al liceo. Talleres de orientación vocacional, sexualidad, formación de líderes y compra de algunos materiales. Todos los aportes son muy austeros, elementales, pero los gurises los disfrutan y valoran mucho, los docentes también.
* Alumnos y gremio comprometidos con el cuidado del liceo, organizando actividades culturales y recreativas que favorecen la integración y el clima de estudio. Por ejemplo todos los viernes hay "cine" y posterior debate en el salón de actos. Varios "toques" son organizados por los estudiantes, donde los que hacen música, danzas o acrobacias muestran sus obras.
* Actividades extracurriculares que los alumnos se apropian y disfrutan: taller de candombe, ping pong, formación de guías que orgullosos muestran el liceo y su historia a los visitantes que se acercan el día del patrimonio.
Así de simple se genera un círculo virtuoso. Al final del día, cansados, luego de una extensa jornada, unos cuantos ciudadanos IAVAdinos se van para su casa luego de haberse ganado el pan en buena ley, cumpliendo con sus deberes y dando un poquito más por los jóvenes y la sociedad.
Detrás del cansancio, una leve sonrisa se dibuja a partir de la comisura de sus labios, manteniendo la ilusión de que sus muchachos tendrán un futuro de hombres libres, responsables, con igualdad de oportunidades para desarrollarse.
El diario el País publicó una nota para los 100 años del liceo en el año 2011 titulada "El liceo de los presidentes". En ella se destacaba que salvo Lacalle, todos los presidentes post-dictadura han salido del IAVA. Esperemos que el diario siga teniendo razón y que el IAVA y la enseñanza pública puedan seguir formando buenos ciudadanos, y que de tanto en tanto uno de ellos llegue a presidente.
“Los que una vez se han encontrado juntos en los bancos de una escuela,
a la que concurren haciendo uso de un mismo derecho, se acostumbran a considerarse
iguales"
José Pedro Varela
-----------
Artículo "El liceo de los presidentes" de el diario El País:
http://historico.elpais.com.uy/111016/pciuda-600130/ciudades/el-liceo-de-los-presidentes-cumple-100/
Hace varios años que van equipos de la facultad de Ingeniería y de la UDELAR a estudiar que es lo que se hace en el IAVA para que sus alumnos que ingresan a facultad sean de los mejor formados.
No todo son rosas. Si bien el edificio fue remozado hace unos años, como tantos otros liceos ya empieza a tener carencias de mantenimiento. Tiene unos cuantos buenos docentes, otros más o menos y también los hay malos. Es cierto que muchos tienen categorías altas, pero eso no garantiza que todos sean buenos; se sabe que en Uruguay se puede ascender por que uno es bueno o simplemente por antiguedad, es decir por viejo. Con los funcionarios pasa lo mismo que en todos lados, algunos muy comprometidos, otros comprometidos y otros nada. Los estudiantes no se eligen, vienen de todo Montevideo y hay de diferentes entornos socio-económicos.
Entonces: ¿Por qué funciona bien?
La respuesta es bien simple, el milagro del IAVA no es ningún milagro, se basa en algunas buenas ideas, un poco de calidad y mucho trabajo. Hay unas cuantas personas que hacen las cosas bien y un poquito más. El mito se apoya en la suma de unos cuantos granitos de arena que aporta mucha gente. Los granitos se potencian unos con otros, se genera una buena sinergia y los alumnos sienten ese ambiente positivo y también ellos lo cultivan y defienden.
He aquí algunos de esos granitos:
* El IAVA cuenta con una muy buen equipo de dirección, que hace su trabajo con vocación y devoción. De mañana se puede ver a las directoras saludando a los alumnos en la puerta del liceo, los conocen a todos. Cumplen con sus tareas y si hay que apoyar algo que no es de su competencia igual se suman y dan el ejemplo: el día del patrimonio las vi barriendo la vereda a las 8 de la mañana antes de abrir las puertas.
* Docentes comprometidos. Es fundamental que unos cuantos se embarquen en de los proyectos extracurriculares, actividades de extensión, culturales o deportivas. Siempre hay algun profe que se suma honorariamente y apoya.
* Comisión de padres que funciona (APAL), es de las pocas que existen en liceos de segundo ciclo. Está integrada por la dirección y por padres de alumnos, aunque usted no lo crea también la integran ex-padres del liceo. No se recauda mucho, siempre parece insuficiente, casi 10.000 pesos por mes. Para un liceo de 1.500 alumnos, el promedio de recaudación es de menos de 10 pesos por cabeza. Este sería el razonamiento viendo el vaso medio vacío, pero ese "pequeño" aporte es fundamental ya que es igual al presupuesto que el liceo tiene para el mantenimiento mensual.
Entre las actividades que apoya la APAL se encuentran: la fiesta de fin de año para los egresados, amplificación, música, torta, pizzas y refrescos gratis. Camisetas para los que compiten deportiva o artísticamente representando al liceo. Talleres de orientación vocacional, sexualidad, formación de líderes y compra de algunos materiales. Todos los aportes son muy austeros, elementales, pero los gurises los disfrutan y valoran mucho, los docentes también.
* Alumnos y gremio comprometidos con el cuidado del liceo, organizando actividades culturales y recreativas que favorecen la integración y el clima de estudio. Por ejemplo todos los viernes hay "cine" y posterior debate en el salón de actos. Varios "toques" son organizados por los estudiantes, donde los que hacen música, danzas o acrobacias muestran sus obras.
* Actividades extracurriculares que los alumnos se apropian y disfrutan: taller de candombe, ping pong, formación de guías que orgullosos muestran el liceo y su historia a los visitantes que se acercan el día del patrimonio.
Así de simple se genera un círculo virtuoso. Al final del día, cansados, luego de una extensa jornada, unos cuantos ciudadanos IAVAdinos se van para su casa luego de haberse ganado el pan en buena ley, cumpliendo con sus deberes y dando un poquito más por los jóvenes y la sociedad.
Detrás del cansancio, una leve sonrisa se dibuja a partir de la comisura de sus labios, manteniendo la ilusión de que sus muchachos tendrán un futuro de hombres libres, responsables, con igualdad de oportunidades para desarrollarse.
El diario el País publicó una nota para los 100 años del liceo en el año 2011 titulada "El liceo de los presidentes". En ella se destacaba que salvo Lacalle, todos los presidentes post-dictadura han salido del IAVA. Esperemos que el diario siga teniendo razón y que el IAVA y la enseñanza pública puedan seguir formando buenos ciudadanos, y que de tanto en tanto uno de ellos llegue a presidente.
José Pedro Varela
-----------
Artículo "El liceo de los presidentes" de el diario El País:
http://historico.elpais.com.uy/111016/pciuda-600130/ciudades/el-liceo-de-los-presidentes-cumple-100/
No hay comentarios:
Publicar un comentario