Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo

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Casuales casualidades, me llevaron a nacer... en Montevideo

viernes, 23 de noviembre de 2012

Volver a empezar

Volver a empezar


Me lesioné nuevamente, desgarro de gemelos en un partido precioso, en el Palacio y contra Peñarol, con hinchada en contra, banderas y todo. Duelo de invictos. 

Perdimos, pero fue una de esas redotas que los uruguayos casi disfrutamos como un triunfo. Con la ausencia de 5 jugadores muy importantes, les dimos batalla, cada uno con su granito los sorprendimos y a falta de 30 segundos, con un triple traicionero enmudecimos el Palacio. No alcanzó, pero mereció la alegría.

Tres y cuatro veces por semana de entrenamiento no alcanzaron, el acontecimiento sucede, uno a veces se rompe. Las lesiones son un poquito de muerte que se nos mete en el cuerpo. Quedan las cicatrices, las marcas y cientos de horas de entrenamiento por el camino.

Luego de 36 años de básquet, las marcas van quedando: luxación de hombros, rodillas, esguinces de tobillos, costillas rotas, caballete nasal torcido, pómulos tajeados, dedos de los pies y de las manos zigzagueantes, columna y lumbares cansadas. Podría dar un curso de anatomía completo.

Hemos disfrutado de algunos triunfos, unas cuantas derrotas dignas y alguna derrota aplastante. Un lindo “camino” de caminar, como diría el maestro, transitado con amigos.

Y cada vez, siempre la misma pregunta, con dolor y angustia: ¿podré jugar otra vez?

El cuerpo nos da placer y también dolor. Y siempre preferí el dolor provocado por el movimiento al dolor provocado por la quietud. El movimiento me ha rescatado de la locura.

La mañana siguiente al desgarro, me vino a la cabeza una vieja canción. Va dedicada a mi señora, mis compañeros del 25 y mis compañeros de trabajo,  que una vez más me han visto llegar por la mañana rengeando, malherido. Ellos me “bancan” la cabeza y me ayudan a continuar.

Duele pero no queda otra, intentaré, nuevamente aprender a caminar, y ya van….

Pasa la vida y el tiempo 
no se queda quieto 
llevo el silencio y el frío 
con la soledad. 

En que lugar anidaré 
mis sueños nuevos 
y quien me dará una mano 
para volver a empezar. 

Volver a empezar 
que no termina el juego. 
Volver a empezar 
que no se apague el fuego. 

Queda mucho por andar 
y que mañana sera un día 
nuevo bajo el sol 
volver a empezar. 

Volver a empezar 
volver a intentar 

Se fueron los aplausos 
y algunos recuerdos 
y el eco de la gloria 
duerme en un placard. 

Yo seguiré adelante 
atravesando miedos 
sabe Dios que nunca es tarde 
para volver a empezar 

Volver a empezar 
que aun no termina el juego. 
Volver a empezar 
que no se apague el fuego. 

Queda mucho por andar 
y que mañana sera un día 
nuevo bajo el sol 
volver a empezar. 

Volver a empezar 
volver a intentar


Alejandro Lerner


 

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