Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo

Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo
Casuales casualidades, me llevaron a nacer... en Montevideo

viernes, 30 de noviembre de 2012

Retirarse a tiempo


¡Feliz viernes para todos!  
Hoy reflexionamos sobre un tema muy costoso para los uruguayos:

Retirarse a tiempo


La primavera de los informáticos no empieza con el 21 o 23 de setiembre. Empieza con un brindis en el último día del Encuentro Anual de Usuarios Genexus en las primeras semanas de setiembre.

Para los que no conocen del tema, Artech es de las mayores multinacionales uruguayas, orgullo de una larga tradición de la ingeniería nacional, con sedes en toda América Latina, Estados Unidos, Europa y Japón entre otros. Genexus es su producto estrella, un generador de programas que multiplica por más de 10 el rendimiento de un programador.

La primavera 2012 encuentra a la comunidad Genexus, e informática por extensión, en un muy buen momento y con una sorpresa poco frecuente en el Uruguay.

En esta sociedad uruguaya envejecida, donde  tenemos cada vez más esperanza de vida, donde tenemos un presidente  PP de 77 añitos y un PPP (probable próximo presidente) de 75 jóvenes años, hay que aplaudir cuando un veterano delega su bastón de mando, habilitando a la generación sucesora.

Breogán Gonda presidente de Artech, de setenta y pico de años, de los primeros Ingenieros en Computación que tuvo la Universidad de la República,  ha legado el trono en su compañero de ruta 20 años más joven. Queda en manos de  Nicolás Jodal el resultado de una brillante idea, un buen algoritmo y millones de horas de trabajo.

En esta generación que ahora queda en la primera línea de las trincheras estamos incluidos  los que rondamos los 50. Trabajemos para seguir engrandeciendo esta hermosa profesión, que además de generar recursos y prestigio para el país, es una de las pocas herramientas de ascenso social con que cuenta nuestra sociedad.

Tenemos el desafío de generar trabajo y oportunidades para miles de ceibalitos que se incorporarán al mercado laboral en breve. Esos ceibalitos llegarán y empujarán a pesar de que en el parlamento y los sindicatos docentes se siga discutiendo que hacer con la educación.

¡Salute Breogán! y esperemos que sigas aportando desde tu nuevo lugar de investigador, asesor y viejo sabio.

Como dice mi suegro, “más vale dar un paso al costado y transformarse en un venerable anciano, que ser un viejo decrépito”.  
“Y al que apetezca la gloria, debe despedirse a tiempo del honor y
dominar el arte difícil de irse en el momento oportuno”

Nietzsche

viernes, 23 de noviembre de 2012

Volver a empezar

Volver a empezar


Me lesioné nuevamente, desgarro de gemelos en un partido precioso, en el Palacio y contra Peñarol, con hinchada en contra, banderas y todo. Duelo de invictos. 

Perdimos, pero fue una de esas redotas que los uruguayos casi disfrutamos como un triunfo. Con la ausencia de 5 jugadores muy importantes, les dimos batalla, cada uno con su granito los sorprendimos y a falta de 30 segundos, con un triple traicionero enmudecimos el Palacio. No alcanzó, pero mereció la alegría.

Tres y cuatro veces por semana de entrenamiento no alcanzaron, el acontecimiento sucede, uno a veces se rompe. Las lesiones son un poquito de muerte que se nos mete en el cuerpo. Quedan las cicatrices, las marcas y cientos de horas de entrenamiento por el camino.

Luego de 36 años de básquet, las marcas van quedando: luxación de hombros, rodillas, esguinces de tobillos, costillas rotas, caballete nasal torcido, pómulos tajeados, dedos de los pies y de las manos zigzagueantes, columna y lumbares cansadas. Podría dar un curso de anatomía completo.

Hemos disfrutado de algunos triunfos, unas cuantas derrotas dignas y alguna derrota aplastante. Un lindo “camino” de caminar, como diría el maestro, transitado con amigos.

Y cada vez, siempre la misma pregunta, con dolor y angustia: ¿podré jugar otra vez?

El cuerpo nos da placer y también dolor. Y siempre preferí el dolor provocado por el movimiento al dolor provocado por la quietud. El movimiento me ha rescatado de la locura.

La mañana siguiente al desgarro, me vino a la cabeza una vieja canción. Va dedicada a mi señora, mis compañeros del 25 y mis compañeros de trabajo,  que una vez más me han visto llegar por la mañana rengeando, malherido. Ellos me “bancan” la cabeza y me ayudan a continuar.

Duele pero no queda otra, intentaré, nuevamente aprender a caminar, y ya van….

Pasa la vida y el tiempo 
no se queda quieto 
llevo el silencio y el frío 
con la soledad. 

En que lugar anidaré 
mis sueños nuevos 
y quien me dará una mano 
para volver a empezar. 

Volver a empezar 
que no termina el juego. 
Volver a empezar 
que no se apague el fuego. 

Queda mucho por andar 
y que mañana sera un día 
nuevo bajo el sol 
volver a empezar. 

Volver a empezar 
volver a intentar 

Se fueron los aplausos 
y algunos recuerdos 
y el eco de la gloria 
duerme en un placard. 

Yo seguiré adelante 
atravesando miedos 
sabe Dios que nunca es tarde 
para volver a empezar 

Volver a empezar 
que aun no termina el juego. 
Volver a empezar 
que no se apague el fuego. 

Queda mucho por andar 
y que mañana sera un día 
nuevo bajo el sol 
volver a empezar. 

Volver a empezar 
volver a intentar


Alejandro Lerner


 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Volver a caminar

Volver a caminar

Hace tres semanas jugando al maxi-basquet en el campeonato de mayores de 45 me rompí un gemelo. 
Con tristeza y un poco de angustia, arranqué de nuevo recordando la canción: "Volver a empezar".
En los 30 años de basquet, las lesiones han sido una parte misma del deporte. La contracara del triunfo no es la derrota, es la lesión que no te permite competir.  Cada rotura es un punto de inflexión, nunca se vuelve igual, en la camino siempre queda algo.
Partiendo del dolor, redoblando esfuerzos, aparece una luz, algo rescatable: el placer de aprender a caminar nuevamente, volver a subir una escalera, disfrutar del talón-planta-punta-del-pie, la palanca exquisita que nos impulsa hacia adelante en la marcha.

Como un bebe, pasito a pasito, la secuencia sería: renguear, recuperar,  estirar,  caminar, subir, trotar, correr, saltar…. Qué simple que suenan los verbos en infinitivo, y que trabajo que da, todos los días, religiosamente la fisioterapia antes del trabajo. 
Así, de a uno van pasando los días, hasta que en el número 21, el músculo que parecía de madera, empieza a ser elástico nuevamente. ¡Qué maravilla volver a caminar!
En este camino nos inspira Cono, que con sus impecables 72 años, diariamente te clava de la punta en las domas de la ACJ. ¡Marquen a Cono por favor! gritan desesperados los contrarios. Y a Cono también le dijo la medicina que a su edad no le convenía jugar más. Como a casi todos nosotros después de los 40 nos dicen. "A su edad…" "Ya no estás en edad…"
La medicina nos alarga la vida deportiva por un lado y a su vez se sorprende y no sabe qué hacer con esto de los veteranos cada vez más viejos que siguen divirtiéndose, entrenando y jugando. 
Como dijo Darnauchans en un homenaje que hicieron a su padre médico: 
“Doctor, no quiero que me diga cuanto me queda de vida, dígame tiene vida por delante”.


Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. 
Detrás de cada logro, hay otro desafío. 
Mientras estés vivo, siéntete vivo. 
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. 
No vivas de fotos amarillas... Sigue aunque todos esperen que abandones. 
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. 
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. 
Cuando por los años no puedas correr, trota. 
Cuando no puedas trotar, camina. 
Cuando no puedas caminar, usa el bastón. 
¡Pero nunca te detengas!

Madre Teresa de Calcuta.