Víctor Rodríguez y Quique Fernández nos cuentan como se hizo el 25.
TODO A PULMONÍA
ESTA
CHARLA SE DIO EN EL 2001, TIENE COMO LUGAR, LA CANTINA DE NUESTRO CLUB. ENTRE
COPA Y COPA, LOS RECUERDOS VAN SURGIENDO Y TANTO VICTOR RODRÍGUEZ (SOCIO
Fundador y dirigente) COMO QUIQUE FERNÁNDEZ, UNO DE LOS GRANDES GOLEADORES DE
LA HISTORIA DEL CLUB, NOS CUENTAN PORQUE EL 25 ES MAS QUE UNA INSTITUCIÓN DE
BÁSQUETBOL...
Víctor Rodríguez (VR): sabés lo que me gusta de este
club, yo empecé a los 18, tengo 72 y toda la gente que se inicio acá, seguimos
viniendo. Estamos viendo gente del 48 hasta ahora. El club ha crecido en base a
eso.
Quique Fernández (QF): Hemos ido criando gente y
sacando chiquilines de la calle. Ningún club es más que
nosotros en cuanto a formar gente, formar chiquilines.
QF: El otro día estaba el cuadro completo (de comienzo
de los 70, equipo que subió a segunda división), Elmer Lanz, Yo, Mario
Collafranchesqui, los Amespil.
VR: Tuvimos la suerte, de tener un barrio que nos
apoyó, nos apoyó muchísimo, gente más vieja que nosotros, de 30, 40 o 50 años
cuando nosotros teníamos 18, 20. El padre de Palito Blanco, Greco, siempre
gente que daba un consejo, colaborando, trabajando. Nosotros teníamos un
respeto por esa gente y nos respetaban a nosotros.
QF: Hubo generaciones que dieron trabajo. Ahora son
dirigentes, colaboran con el club.
VR: Teníamos vecinos acá que nos daban todo. El
gallego Méndez era un muchacho que vivía acá al lado. Era albañil. Un día le
pedimos el agua, nosotros te pagamos todo, la que usamos nosotros y la que usas
vos. Y el dijo: yo para el club cualquier cosa, y sacamos un caño de la casa.
QF: Yo me
hice hombre acá adentro. Me crié entre borrachos como Cafú, que se emborrachaba
leyendo. Era inteligentísimo, solidario, un fenómeno. Y saque lo bueno y lo
malo.
Siempre hubieron borrachos y atorrantes. Estaba el Loco
Adolfo, para mi un ídolo. Era un referente, y era un borracho y un atorrante.
VR: Canchero y técnico, un tipo que nunca laburó.
Jamás dio un mal consejo. Aconsejaba
bien a los muchachos.
También Luis Alberto Girardeli, jugador, guapo. Un
tipo que deja un recuerdo, gente guapa, que jamás sacó una ventaja de nada, que
jamás dio un mal consejo. Cuidando a los menores, defendiéndolos.
VR: Una cosa que me molesta es cuando me dicen te voy
a presentar al socio número uno. Porque acá hubo tanto número uno, que me
choca. Mucha gente que es ignorada.
De los muchachos de aquella época quedó una amistad
muy grande. Con Miguel Cirilo somos como hermanos. Fue completo, jugo al fútbol
primero, de golero, de entreala, de back derecho, de back izquierdo, de
centrofobal, de lo que fuera, luego al voleibol y al básquetbol. Era hijo de un
juez de mucha historia, Genaro Cirilo.
Interviene Palito Blanco (PB): En el año 44 cobró un
penal contra Nacional, estando el juego en el área de Peñarol. Jugaba Aníbal Paz de golero en Nacional y el
Solito Ortiz de Peñarol lo jodía a Paz.
Paz le dio una patada, el juez lo vio y cobro penal. Y salió campeón Peñarol.
Le cortó el sexteño a Nacional.
HOMBRO CON HOMBRO, 25 FUE CONSTRUYENDO SU
DESTINO. CADA SOCIO, CADA HINCHA, CADA VECINO PUSO LO SUYO PARA QUE HOY
DISFRUTEMOS DE UN CLUB QUE SIGUE A PULMON, FORJANDO SU FUTURO.
VR:
yo siempre pense que para que un individuo quiera al club, tiene que hacer algo
por el club. Si pinta una pared, la va a defender, no va a querer que nadie se
la ensucie. Si coloca un vidrio no va a querer que nadie se lo rompa. Hay que
darle para que hagan, para que colaboren. Acá todo el mundo colaboró Acá se
hizo todo a pulmonía.
No tenés idea cuando hicimos las columnas estas. Estuvieron
como diez años hechas y sin poder hacer el techo. Lo que ha trabajado acá la
gente. De todas las edades, de 10 años hasta 50. Éramos como cuarenta, se iba
uno y venía otro. Y así se hizo el club.
VR: Esto era cantera (señalando el gimnasio). Agua con
musgo. Rellenamos, trajimos mil camiones con tosca de todas partes. De
Montevideo, de camino Maldonado, de la playa Dellazopa. Donde había tosca allá
íbamos a buscar. Hacíamos la cancha y se iba para abajo, se iba hundiendo.
Y le dimos y le dimos hasta que conseguimos firme. La cancha
de tosca duró añares, después hicimos el bitumen.
PB: mira si sería cantera que era de agua verde. El
lago del zoológico es natural y por acá corría un arroyo. Al fondo de la cancha
estaban los vestuarios. Había un baño de locatario y otro de visitante. Todo de
chapa, de quinta.
El loco Germán, el primer canchero del club, había
hecho un pozo: cagabas, meabas y el agua de los vestuarios se iba sola por el
arroyo.
VR: estaba todo lleno de piedras. Terminaba en Maqueca
(Mac Eachen), en el arroyo Pocitos.
PB: En Rivera hay unos mojones de piedra que eran de
un puente.
VR: No creo, era donde ataban los caballos. Ahí
cambiaban los caballos de los tranvías.
Maqueca se inundaba siempre. El colector es enorme, pasa hasta un
camión.
LAS
ANÉCDOTAS SEGUÍAN SURGIENDO A LA MISMA VELOCIDAD QUE SE VACIABAN LOS VASOS Y SE
LLENABAN LOS OJOS DE LAGRIMAS. VICTOR Y QUIQUE NOS SIGUEN PASEANDO DE LA MANO
DE LA NOSTALGIA, POR ESTOS 53 AÑOS DE NUESTRO CLUB.
De la Fundación
VR: Esa discusión de hacer un club, surgió un 25 de
agosto. Estabamos en un bar, que era el único lugar donde se paraba antes en
los barrios. Parábamos en la esquina o en algún bar.
Con Vergara éramos los que empezamos, después se formo
una directiva fuerte, éramos 12 que no faltaba ninguno. Vergara era un tipo muy
exigente.
Las reuniones eran a las 9 y teníamos que estar.
Terminaba a las once y terminaba. Estaba el orden del día y si un tema no
estaba no se trataba.
VR: Cuando empezamos éramos -queda mal que lo diga-,
pero éramos el pocho Vergara y Yo. Nos juntábamos en la esquina y armábamos el
cuadro. Este anda mal, vamos a poner a este y salíamos a jugar al fútbol los
domingos.
Después hubo una asamblea de la directiva con los
jugadores. No había grupo social, éramos los jugadores y tres directivos. Nos
juntamos en un Club Político Colorado de un tal Pose, que lo consiguió Vergara.
Ahí se agregó Julio Girardeli y el negro Sachi, que era golero del club, un
muchacho excelente que era bancario, con mucha cultura, también fallecido, los
dos son fallecidos. Y ya se formó una directiva, con otro orden, había un secretario,
un tesorero.
Era una historia
que nos llevó nuestra juventud, yo la viví intensamente. Fue la mejor época de
mi vida. Yo dejaba de ir a ver una chiquilina por ir a ver una práctica de
fútbol o de básquet.
Empezamos con el fútbol, en varias ligas, en algunas
con éxito, en otras no tanto. En la liga Punta Carretas fuimos campeones por
muerte, éramos como el Chaná. Nos querían ganar de todos lados, formaban
cuadros con gente de nombre y ganábamos nosotros siempre.
Como el club era bueno, tenia fuerza, estaba bien
organizado y era serio, los jugadores venían. Acá había mucha gente que le
gustaba el fútbol, que conocía muchos jugadores.
Víctor Rodríguez Andrade jugó acá en los últimos años,
fue campeón del 50. Sobrino de Leandro Andrade, la “maravilla negra”.
En el barrio
hubo grandes jugadores, el gallego SantaMaría, el negro Carlos Gutiérrez, que
estuvo en Francia otro fenómeno.
PB: El gaucho Aníbal, tenía la ropa pronta para ir a
la selección del 54. No fue porque fue Hoberg, que era uno de los grandes y no
era uruguayo, era cordobés.
VR: Aníbal García Da Rosa, el gaucho Aníbal, jugaba en
el primero de River que era un señor cuadro. Y jugaba en la reserva del 25 de
mañana y de tarde en River. Por amor a la camiseta.
SE SUMA
A LA CHARLA, PALITO BLANCO, OTRO DE LOS TANTOS MUCHACHOS QUE SE CRIARON EN EL
CLUB Y QUE SINTIERON DESDE NIÑOS QUE EL 25 PASO A SER SU SEGUNDA CASA.
VR: Una cosa que me molesta es cuando me dicen te voy
a presentar al socio número uno. Porque acá hubo tanto número uno, que me
choca. Mucha gente que es ignorada.
De los muchachos de aquella época quedó una amistad
muy grande. Con Miguel Cirilo somos como hermanos. Fue completo, jugo al fútbol
primero, de golero, de entreala, de back derecho, de back izquierdo, de
centrofobal, de lo que fuera, luego al voleibol y al básquetbol. Era hijo de un
juez de mucha historia, Genaro Cirio.
Palito: En el año 44 cobró un penal contra Nacional,
estando el juego en el área de Peñarol.
Jugaba Aníbal Paz de golero en Nacional y el Solito Ortiz de Peñarol lo jodía a Paz. Paz le dio una
patada, el juez lo vio y cobro penal. Y salió campeón Peñarol. Le cortó el
sexteño a Nacional.
VR: Teníamos vecinos acá que nos daban todo. El
gallego Méndez era un muchacho que vivía acá al lado. Era albañil. Un día le pedimos el agua, nosotros te pagamos todo, la que usamos
nosotros y la que usas vos. Y él dijo: yo para el club cualquier cosa.
Sacámos un caño de la casa.
Palito: Mira si sería cantera acá, que el agua era
verde. El Lago del zoológico es natural, acá corría un arroyo.
Acá estaban los vestuarios (señalando el fondo). Acá
había un baño de locatario y allá el de visitante. Todo de chapa, de quinta.
VR: A pulmón, todo a pulmón.
EL
FÚTBOL FUE POCO A POCO DEJANDO LUGAR AL BÁSQUETBOL, QUE HASTA HOY ES EL DEPORTE
QUE UNE A TODOS LOS HINCHAS DEL 25, ALREDEDOR DE UNA ÚNICA PASIÓN.
VR: El fútbol se terminó porque se empezó a
profesionalizar, empezaron a faltar valores en el barrio. Una vez el Misiones
se llevó el cuadro entero. El Popi Giuria, golero, el Coco Labacá, el 'Sopa'
Enrique Ragio que era un centrohalf de
novela. El Pototo Olivera jugaba de centrohalf o half derecho y como era grande
le dijimos: Pototo, porque no venís a
jugar al Básquet, y vino y jugo 3 o 4 años. Daba una mano.
Palo: La última vez que se jugó al fútbol fue en un
campeonato que organizó el Dalton Rosas Riolfo en la cancha de Bella Vista.
VR: Ves, ahí se formó un cuadro que no era el 25 de
Agosto que queríamos nosotros. Porque ahí
jugó Flores, Baeza que vino de River. Lo trajo el Britos, cuñado de
Vergara que era golero en la tercera.
En el año 52 por ahí, Rosas Riolfo lo metió a Baeza en
Nacional. El negro se destacó en el campeonato ese. En esa época el óbol se
sacaba con el pie. El negro tenía una patada bárbara y sacaba que era como un
corner. Se aquerencio tanto con este
club que siempre estaba acá. Jugó en Nacional, en Alianza de Lima y en
Peñarol. Salió campeón en los 3 clubes y
no dejó de venir acá. Salió campeón de América. Mazurkievikz, Baeza y Varela,
era el capitán. Y jugó con Emilio “Cococho”
Alvarez en Nacional (el abuelo de Javier Cocochito Álvarez). Y con Luis Varela
en Peñarol. El fútbol se murió de a poco.
¿Cómo era ser
dirigente en aquella época?
VR: Había más tiempo, teníamos tiempo para todo. A las
6 y media uno se volvía para el barrio y no había nada que hacer, no había
donde meterse. Eso sí, cada uno tenía su novia.
Había de todo, comisión de fiestas que organizaba
bailes. Trabajaba la comisión de básquetbol, trabajábamos todos. Luego empezó a
cambiar la vida.
¿Había Mujeres?
VR: Yo traje a mi señora que era mi novia, a todos los
partidos, embarazada. Siempre iban muchas mujeres. La forma de arrimar a las
mujeres fue en un aniversario del Club. Nos comprometimos todos a traer a la
novia o la hermana o a la prima. Se hacían Banquetes, le llamábamos banquetes,
hicimos en el Rowing, en el Jockey Club, en varios lados.
LA
CHARLA TERMINA. LA NOCHE TODAVÍA LES TENIA RESERVADA ALGUNA COPA MÁS. PORQUE
SIEMPRE SE DAN EN NUESTRO CLUB CONVERSACIONES COMO ESTAS.
EL SOCIO
N°1, EL GOLEADOR N°1, Y UNO DE LOS TANTOS AMIGOS DEL 25, QUE REUNIDOS ALREDEDOR
DE UNA MESA RECUERDAN EL PASADO Y TAMBIEN, PORQUE NO, PLANIFICAN EL FUTURO.
A LA
MANERA DE NUESTRO CLUB, SIEMPRE HACIENDO... TODO A PULMON.
Entrevista: Daniel Osimani
Edición y colores: Claudio Fernández