Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo

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Casuales casualidades, me llevaron a nacer... en Montevideo

lunes, 6 de marzo de 2023

Nueva Helvecia 1983. La última copa de menores

En el día de hoy se cumplen 40 años del último campeonato conquistado por  una selección de formativas del basquetbol uruguayo. En el club Plaza de Nueva Helvecia, la selección de Montevideo se coronó campeona del XIV torneo Paulo Martins Meira (categoría menores, hoy sub 17). 

Camiseta selecc. MVD
El torneo Meira se jugaba en Uruguay en los años impares, y en los pares se competía en Brasil el Rosselló. Incluía las selecciones de Uruguay, Porto Alegre, Río de Janeiro y San Pablo. Según tengo entendido, Uruguay solo lo ganó dos veces, nuestra generación 1966 y la de Pierri. El otro triunfo que hay en formativas es el sudamericano de 1982, que varios recordamos en el cilindro con Pierri como figura. 

Lideraba ese equipo Carlitos Rodríguez en el poste alto con sus increíbles 27 puntos de promedio, Leandro Gil como play maker, Mancione como ayuda base, Barreiro de delantero, quien escribe en el poste bajo, Esteche recambio de las tablas, el Sapo Sumasi como recambio revulsivo (QEPD), el Pepe Vespa, Montemurro, Juan Ramón López y Di Maio entre otros. Increíblemente ninguno de nosotros conservo una foto de ese equipo, ya no me acuerdo de la integración completa. Disculpas. 

Para estos torneos, la selección uruguaya entrenaba dos meses, en enero y febrero en doble turno. Los entrenamientos eran agotadores, de mañana hacíamos físico, 7 kms y al final el test de Cooper, 12 kms desde el Aeropuerto hasta el estadio. En 1983 la FUBB no tena dinero y no pudo traer a los jugadores del interior, por lo que el DT Goyeneche renunció y las prácticas en enero se suspendieron. En febrero asume como DT el ruso Grudnicki, con Hugo Caballero (QEPD) de ayudante y el RoRo Rodríguez como preparador físico. Plaza de Nueva Helvecia organizó a la selección del interior con Enrique Iahn como DT. Integraban esta selección Marcelo Sánchez, Nazar Rodríguez, el Cabeza López, Gonzalo Díaz, Ackerman, Cianciarullo, Salvagno y Mayora.

Todas las selecciones nos quedábamos en el Hotel del Prado (1898). Yo era un angelito, me pusieron a compartir pieza con Luis Sumassi y el Pepe Vespa que eran fatales. Para controlar, al lado nuestro dormía el cuerpo técnico. 

En el primer encuentro fuimos perdiendo todo el partido con la selección de Río de Janeiro, sobre el final, hicimos una presión agónica en toda la cancha, pellizcamos unas pelotas y nos acercamos. Faltando menos de un minuto robamos una en medio de la cancha, la pelota queda sucia y la agarra Leandro pero hace zona, un pie entero pisando la raya. En ese entonces escucha la voz de Dios que lo mira y le dice "Siga, siga". Y Leo siguió al ataque y ganamos en la hora. 

Ya mas confiados en nuestro potencial, en el segundo día nos dimos de pico contra el piso. Perdimos con la selección de interior, Marcelo Sánchez hizo 46 puntos (y no existía el triple). Pasaba la mitad de la cancha y tiraba. Era el 3 de marzo de 1983, decían que fue su cumpleaños. Pensando que era un mito, lo fui a chequear en google mientras escribía este posteo y compruebo que efectivamente cumple el 3 de marzo. 

Tercer día, libre, sin partidos y con asado para recomponer el ánimo. El cuerpo técnico manejaba muy bien el vestuario y la interna del equipo. El Dr. Voituret tenia mucho talento para coordinar las revisiones, conversas y autocriticas después de los partidos. En la previa propuso algunas canciones para templar los corazones en los viajes a la cancha: Vayan pelando las chauchas y Mi Montevideo La Tacita de Plata (oprima para escucharlas)

Cuarto día le ganamos a Porto Alegre cómodos, por más de 15. 
Quinto día de competencia, partido con San Pablo y la rompimos. Le ganamos por 10 de principio a fin. Hacíamos el juego típico de Uruguay, mucha entrega, concentración, marca fuerte y varios cms de altura en contra (como siempre). Las selecciones de Río, San Pablo y Porto Alegre tenían varios jugadores arriba de los dos metros. Nosotros teníamos uno que "casi" llegaba a las dos lucas, Carlitos Rodríguez, después venía Esteche con 1.94 y luego Barreiro y yo con 1.90.

En la última fecha definieron San Pablo y la selección del interior, ganó San Pablo por poco y quedamos empatados 3 equipos, Montevideo, Interior y San Pablo. Emociones encontradas en el bonito gimnasio del Plaza, la selección del interior perdió, las gradas repletas de gente masticando bronca y el Ruso que nos espabila: ¡por un doble somos campeones nosotros!

Festejos hasta altas horas, nos internamos en la noche profunda de Nueva Helvecia. A la vuelta despertamos a medio Hotel con un redoblante y canticos varios. Esa noche, Luis abre la puerta de los DTs y bate a más no poder el parche, con el Pepe lo empujamos y lo dejamos jugando de visitante. No hubo sanción, algún rezongo y ya.

Luego empezó una etapa muy difícil para mí. A ese torneo fui con una rodilla rota, ya había terminado el federal lesionado, jugando solo 10 minutos por partido en la segunda rueda. El Dr Voituret me dijo, ahora vas a jugar, pero luego te estudiamos y vemos que hacemos. Luego del torneo tuve enyesada la pierna derecha, de la ingle al tobillo, con la rodilla a 45 grados durante dos meses y medio. Cuando me sacaron el yeso necesite 3 meses de fisioterapia para poder enderezar la rodilla y recuperar la movilidad.

Al año siguiente, en 1984 se jugo el primer sudamericano sub 17 en Porto Alegre. Había cupo solo para 10 jugadores y habían venido los del interior. Estuve citado a la preselección, en el corte final pensé que quedaba afuera. Barreiro también venía de una lesión de rodilla. El Ruso nos llevó. A esa selección, además de los compañeros del interior se sumó por primera vez Gustavo Szczygielski que ya media más de dos metros y había empezado su camino de predominio en el área pintada sudamericana.

Como 30 años después, ya siendo directivo de 25, en un partido contra Lagomar me encontré con el Ruso que había ido a ver a su nieto Rodrigo Cardozo. Le pregunté: ¿Por qué nos había llevado a mi y a Barreiro, a lo que me respondió algo que yo ignoraba totalmente: "El Meira fue un triunfo muy importante para Uruguay y para mi como técnico. A los titulares, los llevé". 


Hace unos 5 años me encontré al Pepe Vespa en el gimnasio de la Unión de Veteranos: Hacia más de 30 años que no lo veía, me contó que había escuchado en la radio a Fabio Ottonello contando que el Meira de 1983  fue el último campeonato internacional que Uruguay gano en formativas. Ahí recién nos dimos cuenta de lo que habíamos logrado.

Uruguay solo ganó dos veces el Meira-Roselló, la generación de Pierri y la nuestra. El otro triunfo es el sudamericano juvenil en el cilindro con la generación de Pierri en el 81.

Invité al Pepe a jugar en 25 de Agosto +50. Seguimos compartiendo equipo hasta el día de hoy. Somos los únicos que quedamos en actividad de aquel seleccionado. 

Anécdotas

Una situación que pinta los pocos recursos de la época: los equipos deportivos escaseaban, en los clubes y en la FUBB todos reusábamos ropa, en nuestro caso reutilizamos los del plantel mayor campeón sudamericano  de 1981 en el Cilindro. Para ese primer sudamericano de cadetes (menores) jugué con la camiseta y equipo largo número 7, en el dobladillo escrito con marcador llevaba el apodo de su anterior usuario: Fonsi. Era el de Hebert Fonsi Nuñez, campeón sudamericano, federal y 6o puesto olímpico.

Al final del torneo Meira cambié camiseta con un jugador de San Pablo por una que lleve de Bohemios (mi equipo de formativas). El problema es que a los pocos años fui a jugar al club 25 de Agosto y quede en el club hasta hoy. La camiseta de la FPB "Federación Paulista de Basquete" tiene rayitas blancas y negras verticales, con vivos rojos, idéntica a la de nuestro clásico rival. Por razones obvias y para evitar inconvenientes y cargadas, nunca más la pude usar. Esta guardada junto a la amarilla y roja de Montevideo, recuerdos de la mayor victoria deportiva de mi vida, y del inicio de una etapa muy dolorosa y frustrante, la lesión. 

Dos caras del mismo deporte, dos caras de la vida que es maravillosa, que te da y te quita.

Agradecimientos y Recuerdos

Se agradece al destino el poder seguir jugando y disfrutando con los amigos veteranos. Al Dr. Voituret que emparchó tendones y articulaciones para que pueda seguir disfrutando del basquetbol hasta el día de hoy. A los DTs que me enseñaron y me bancaron, especialmente Arruti, el Ruso, el Elmer y D'ursi. 

A los veteranos y a los terceros tiempos, donde se practica la amistad y solidaridad, donde se discute fuerte sobre banalidades importantísimas ´de la vida, como cual fue mejor jugador, si fulano o el hermano, si aquel partido, cuantos segundos faltaban, quien hizo el ultimo doble, la quinta falta boba, quien robo aquella pelota y quién sacó el pase gol de la galera. 

40 años no es nada, Dos veces Volver de Gardel.

¡A la naranjita, a los compas de aquel Meira, a los del sudamericano de Porto Alegre, salud!

Backstage y post producción.

Antes de ese torneo, nunca había escuchado la canción  Mi Montevideo La Tacita de Plata ni la volví a escuchar en mi vida. Pero la letra la tengo intacta. 40 años después, recurro nuevamente a San Google, para que me ayude a reconstruir y opiti: aparece la canción, cantada por Romeo Gavioli.

Los amigos de la selección del interior terminaron siendo compañeros en varios equipos y torneos, de primera, segunda y ultimamente en veteranos. Nos juntamos, compartimos copas, cargadas y vivencias comunes. El Filo Salvagno publicó al pie de esta nota la foto de la selección del interior, que comparto acá.