Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo

Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo
Casuales casualidades, me llevaron a nacer... en Montevideo

viernes, 26 de julio de 2013

El atardecer del mundial

El XII mundial de veteranos de basquetbol está terminando, el hotel va quedando vacío. Por los pasillos se empieza a diluir el olor pesado de medias y camisetas mal lavadas, colgadas de duchas, puertas y ventanas.

Todo mal ordenado se aprieta en las maletas para que entren los regalitos para la familia.

Los sentimientos son encontrados, las ganas de volver, el extrañe y las ganas de que no termine. 

Se empieza a abrir camino la nostalgia y para derrotarla se establece la fecha del próximo asado, celebratorio de lo vivido, para hacer los cuentos a los que no vinieron… y soñar con el  próximo.

Decido gastarme el último atardecer en un barquito que sale cada media hora y recorre toda la bahía de Salónica. El viaje es gratis, dura media hora y solo hay que consumir algo. Té o café frío, cerveza y otras bebidas más fuertes acompañan el pequeño tour que se interna mar adentro y luego gira por el costado del puerto, bordeando la rambla.  

El barco de las 8 de la noche es el mejor de todos, viaja directo a la caída del sol. La buena música bien amplificada estimula los sentimientos. Reggae, rock latino y Carlos Santana nos acercan al mar Caribe. Las gaviotas vuelan al costado del barco, el mar Egeo nos mece y nos acaricia, dándonos el abrazo de despedida.

El velero es un viejo barco pirata y nos trasporta a la niñez, humedeciendo nuestros ojos con el recuerdo de los hijos. Saco fotos para ilustrar el cuento que les voy a hacer. Jack Sparrow me sirve un ron generoso. Miro el sol a través del líquido color ámbar, huelo y bebo suavemente, apoyo el vaso en el barril de pólvora que hace de mesita.  

Un muchacho saca fotos a su novia. Ella se para sensual en la proa, abre los brazos y deja volar su cabello al viento, el perfume y el deseo entre ambos se perciben de lejos.

Los embarcados sacamos fotos de los caminantes que pasean por la rambla o toman algo en los boliches. Al borde del mar, casi cayéndose, los inmigrantes africanos venden zapatillas, relojes y carteras sobre un paño en el piso. Los vendedores de choclos asados al carbón y semillas completan el paisaje.

Los de la rambla nos filman a nosotros. Es el viejo, sencillo y gratuito espectáculo de ver la gente pasar. 

Los últimos grandulones con camisetas de múltiples países llaman la atención. Los liliputienses les piden una foto, algún niño se anima y consigue un autógrafo. El congreso de gigantes llega a su fin.
Se cierra un ciclo con algunas victorias trabajosas y otras derrotas dignas, contra equipos muy altos y buenos. Varios meses de entrenamiento e ilusiones se esfuman con ese sol que se esconde detrás del puerto,  rumbo a América.

Conocimos nuevas culturas, otras gentes, combinaciones increíbles de cabellos, pieles y colores de ojos, comidas y olores. No resta más que agradecer.

Evoco el momento más dulce del viaje, cuando en un atardecer de despedida en Estambul, debajo del puente Gálata disfrutando de la ciudad y sus mezquitas recortadas a contraluz con los barcos yendo y viniendo suavemente por el estrecho de Bósforo, mi señora me confesó:

“Este atardecer vale la pena por los 20  años que te banqué lesiones, fracturas, desgarros, el esguince que te hiciste un mes antes de que naciera Manuel... 
Si no fuera por el basquetbol, nunca habríamos conocido este lugar maravilloso”

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Recordaron sus labios  
La diferencia  
Del gusto del café  

"El mundo es uno solo  
Y las nostalgias  
Espejismo nomás"  
...
El viento lo entonaba  
Y se acordaba  
De un saludo cordial  
...
Era una retirada  
Que al despedirse  
Quiere regresar  
...
"Se va se va la murga  
Aunque ya nunca  
Pueda decir adiós  

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Para ilustrar esta crónica con música, recomendamos Retirada de Jaime Roos. 
Cliquée aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=ZaKsvNTW7_M


viernes, 19 de julio de 2013

Mundial de veteranos. Salónica 2013


Salónica

Es una ciudad hermosa, con avenidas amplias, bien arboladas, una rambla kilométrica llena de boliches y monumentos históricos muy bonitos. Estamos ubicados en la zona céntrica y cercana al mar. Aquí la crisis económica no se nota, los boliches explotan de gente todos los días de la semana.

Los problemas económicos se perciben en los cientos de obras sin terminar. Las excavaciones abandonadas de un metro inconcluso, debajo de la principal avenida,  congestionan el tráfico y son la llaga más visible de un pozo que demora en mostrar el fondo.

Los griegos nos han tratado muy bien, todos hablan inglés y se preocupan por atendernos bien.

Partidos

Los empujones y bloqueos tratando de superar los más de 10 centímetros de diferencia con los equipos europeos son comunes en los partidos donde participan los uruguayos. Las protestas a los jueces también abundan.

Le pregunté a Emilio Olivera, juez FIMBA que acompaña nuestra delegación y siempre nos arbitra con mucha jerarquía y paciencia: 

Somos unos viejos majaderos, ¿cómo hacés para bancarnos?
-  Es muy fácil, los voy llevando con buena onda, como si fueran MINIS.

Nuestras protestas se emiten en múltiples idiomas. Algunas frases merecen destacarse en un nuevo diccionario lunfa interplanetario:

-   Bo jué, cuál es el problem?        ¡Here yes, y allá no cobrás nada!

Números de este planeta

-    La mitad de la delegación brasileña en el mundial de veteranos viaja gratis, bancada por su federación y los patrocinadores. La mayoría de los equipos europeos también.

-  Una jugadora de segunda división en el basquetbol turco puede llegar a cobrar hasta 11.000 U$ por mes, una de primera hasta 40.000 U$.
  
-   Una jugadora de 1 metro noventa brasilera que estuvo muchos años en Europa y ahora volvió a Brasil con 35 años, cobra 10.000 U$S

Nikos Galli

Después de Alejandro Magno –que era oriundo de Macedonia y fundó Tesalónika-,  uno de los ídolos populares más grandes de la historia griega es un jugador de basquetbol.

Galli unió a todo su país, detrás de sus triunfos basquetbolísticos. En la década de los ochenta, toda Grecia salió a la calle a festejar los campeonatos europeos de su club, el Aris Salónica, y de la selección. Hacía muchos años que la gente no salía a la calle, la última vez había sido en el setenta y pico cuando voltearon la dictadura.  

Nikos se retiró del basquetbol a los 35 años, con un promedio de treinta y siete tantos por partido. Es un tipo no muy alto, mide 1 metro 85 centímetros. A veces la magia viene en frasco chico.

La inauguración

Un punto alto del campeonato fue la ceremonia de apertura. Luego del desfile de todas las delegaciones que llenaron el estadio del club Aris con más de dos mil deportistas, los griegos se lucieron con un espectáculo de danza-acrobacia, danzas griegas y hip hop. El plato fuerte fue el espectáculo de un equilibrista y violinista maravilloso con su espectáculo “Múltiples cuerdas flojas”. Sobre seis cuerdas, el madrileño Alexis Weibel interpretó la crisis económica que atraviesa Europa.

Verlo tocar el violín haciendo equilibrio sobre una cuerda floja es impresionante. Los recuerdos de nuestra búsqueda de los equilibrios perdidos en el 2002 me erizaron la piel.

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Parte del espectáculo lo pueden disfrutar en: http://player.vimeo.com/video/18482449?autoplay=1

jueves, 11 de julio de 2013

Los colores de Grecia


El Partenón

Como dijo una ilustre conocida, lamento informar:  “el Partenón está todo roto,  son un montón de piedras viejas”. A pesar de ello se pueden apreciar las formas, los volúmenes y alguna escultura, símbolo del esplendor de la Grecia clásica, origen de nuestra cultura y pensamiento.

Lo que me llamó la atención, es el esfuerzo, la paciencia y la tenacidad que ponen los griegos en tratar de reconstruir su memoria, a partir de pedacitos, piedras rotas, ultrajadas por todos los imperios que pasaron después del suyo: romanos, cristianos cruzados, ortodoxos, venecianos y turcos otomanos.


Los creadores de la democracia tuvieron que soportar miles de años de invasiones y dictaduras, políticas y económicas.

Santorini

Durante miles de años el hombre sobrevivió en este volcán-isla  a terremotos y erupciones. Siempre buscando la forma de sacarle jugo a las piedras que forman su geografía.

La mayoría de los poblados se encuentran colgados del barranco, con vista a la hermosa Caldera del volcán que luego de la última erupción -hace 3500 años- se hundió y fue invadido por el mar generando un paisaje increíble, enriquecido por hermosas casas construidas en terrazas con vista a la puesta del sol.

Queda como testimonio del esfuerzo de otras épocas, los burros que hoy llevan a los turistas desde el puerto por un sendero zigzagueante que asciende 300 metros de altura hasta el pueblo. Antiguamente, los burros eran el único medio de trasporte para las mercaderías desde y hacia el puerto. Subido a uno de ellos, sintiendo el resoplar de su respiración agitada, entendí el olvidado origen de la frase “trabajar como un burro”.  

La viña se planta sobre la roca volcánica, las plantitas son un pequeño arbusto rastrero que da algunos racimos. Generan un vino con denominación de origen Santorini, el “Vino Santo”, tan escaso como exclusivo . Como no llueve casi nunca, el rocío es su única fuente de agua.

El turismo, los vinos, los olivos y algunas hortalizas dan testimonio de la capacidad de adaptación del bicho gente a cualquier pedacito de tierra, por árido que parezca.

Mykonos

Los griegos son un pueblo bien marinero. Los principales colores ya se presentan en su bandera y rompen los ojos: el azul del mar y el blanco de la espuma. Para disfrutarlos a pleno, se debe ir a una isla y agregar el arco iris completo de las flores, contrastando con el blanco rabioso de  las casas y el azul profundo del cielo.

Mykonos es la isla más agitadora, donde se junta gente de todas partes del mundo. Las parejas son muy diversas, las hay de todo tipo y color.  Cada uno en la suya, discretos, disfrutan de un lugar único que los recibe con respeto y alegría.

La isla es muy glamorosa, los negocios iluminados a giorno por la noche, con cientos de joyerías, tiendas de marcas internacionales, galerías de arte y diseño, delatan que el público es muy selecto.

Las discotecas en la playa comienzan sus fiestas a las 4 de la tarde. Los discjokeys agitan al pogo 
internacional con el punch-punch de la música electrónica y el animador interactúa con el público:

-         -  Where are you from?
-          - I am from Uruguay
-         -  ¡Oh yeah! ¡I love Uru-gay!

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Para ilustrar con música este paisaje del mar azul y blanco, de Algeciras a Estambul,  sugerimos a Ana Belén y Joan Manuel cantando juntos en el siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=rJKtrYMU7tc

viernes, 5 de julio de 2013

Los ojos de Estambul


Aprovechando la venida al mundial de maxibasquetbol en Tesalónica, nos dimos una vuelta por el borde del Mediterráneo, en el cruce de dos mundos.

Estambul te recibe con enormes ojos azules que te dan la  bienvenida y cuidan cada casa del mal de ojos.

En sus calles se pueden ver ojos de todas las civilizaciones, razas y culturas del mundo, locatarios y visitantes.

Ojos celestes, ojos morenos, pálidos, pelirrojos. Ojos con ojeras de amor y con falta de sueño, ojos anhelantes, ojos tristes. Operados y estiriados, pelados, con entretejido o cubiertos por cejas teñidas, depiladas.

De muy lejos vienen ojos razgados de piel amarilla o morena, mahometanos, cristianos y judíos. Todos se encuentran en las plazas, se miran y se hablan con gestos y comparten un té o un café turco  en los miles de bolichitos de esta hermosa ciudad.

Los ojos de los niños son iguales a los de todos lados. Se quieren comer al mundo y tienen permitido reir, gritar y corretear por las mezquitas mientras sus padres rezan.

Los ojos femeninos se destacan con delineadores, rimel y pestañas postizas. En las calles se puede encontrar los de Sofía Loren, con minifaldas o pantalones oxford. Ojos en tanga, con culotes, con vaqueros y túnicas, con pañuelos que cubren las cabezas de múltiples colores. Eso si, todos bien combinados.

Hay ojos negros que pegan fuerte. Uno respeta, cada cultura con su librito, pero hay ojos que parecen presos. Varios pares de ojos se pasean unos pasos atrás de su dueño: él con sus cómodos ojos masculinos vestidos de vaqueros y championes como cualquier hijo de cristiano, mientras ella van tapadas con el burka negro desde la punta de los pies hasta la coronilla.Solo queda una rendija por donde entra una pequeña raya de luz.

Lo primero que se nos ocurre es que tenemos suerte de vivir en un país "evolucionado", donde la mujer puede elegir a su hombre, vota y se puede divorciar por voluntad propia desde hace un siglo.

En seguida volvemos a la realidad, navegando con el pensamiento. Se juntan el Bósforo y el Río de la Plata: la crónica roja de un diario montevideano titula todas las semanas: Crimen pasional: la maté por que la quería, era mía o de nadie.

Turko Bende Barato

Privilegiados geográficamente, los turcos viven hace cientos de años sobre el mar, en un cruce de caminos con vista a dos mundos. Son muy simpáticos y dominan las artes del comercio y la seducción de la venta.

Todo Estambul es un gran comercio. Posee el shopping más grande y viejo del mundo: el Gran Bazar. Son kilometros de calles y callejuelas techadas, con una tienda al lado de la otra, similar al barrio Reus de Montevideo, pero con turcos.

Primero te dicen hola en mil idiomas posibles, te dan la bienvenida, te invitan a pasar, probar, oler y mirar todos los colores que tienen. Recién ahí te dicen el precio. Preguntan de donde venís e intentan aprender de la cultura de los visitantes y siempre saben algo de tu país. 

- !Uruguay, Muslera, Lugano, Forlán!
- ¿Cómo se dice esto? 
- ¿Qué número viene despues del seis? 
- ¿Qué es eso que están tomando con agua caliente?

El regateo es como un juego, Si uno no muestra interés, en general te dejan tranquilo. Se enojan y quedan con mala cara si entrás, probás, aceptas los confites y el té con que te convidan, tocas todo, sacas fotos y después les decis: Ah no, es muy caro.

Entrar al Gran Bazar con una mujer es una experiencia alucinante. Si vas de su mano de repente ella se separa. Revuelve en los saldos, toca todas las pilchas, luego las da vuelta, se las pone encima, pide un espejo y se mira en pose de modelo de revista. Luego se prueba otro talle y te pregunta como le queda, a lo que respondes "divino mi amor". A esa altura el turco se relame, media venta está hecha. Si ella se hace la difícil para pagar, el turco propone: Cuánto querés pagar? Allí ya no tenés escapatoria y llegás a un acuerdo.

Como en todo shopping, uno sale lleno de bolsas, con regalitos para toda la familia y los amigos, con el doble las cosas que necesitabas, pero bien enamorado.