Se caen las últimas hojas, la poda prepara la resistencia.
Llega el invierno y uno se repliega, con la esperanza de brotar nuevamente unos meses más
adelante.
De chico
mi madre me contaba de las fogatas de San Juan, que celebraban en la bodega de
su familia. Rito ancestral, ofrenda a la tierra, donde cada uno echaba al fuego
sus males, sus desgracias, generando cenizas para que abonen los
nuevos brotes de la primavera.
En la noche del 23 de junio, se celebra el final de la poda, la amputación de las ramas que prepara a la planta para resistir al invierno. Según como se haga, la poda determina la cantidad y el sabor de las uvas que “parirán” vino en la vendimia del marzo siguiente.
Las fogatas de los cuentos para mi fueron un misterio durante mucho tiempo.
Grande fue mi sorpresa, cuando veinte años después que mi madre me lo contara, una familia chacarera de la zona de camino Mendoza, en los límites de Montevideo, me invitan a celebrar la víspera de San Juan. Alrededor de la fogata, a medianoche, compartimos un vino caliente, disfrutando del horizonte lleno de fogatas y resplandores, increíbles, como si fueran el efecto especial de una película.
Simplemente fuego y gente celebrando alrededor. La noche oscura, el frío y las sombras en los rostros causando un poquito de miedo, que se disimulaba en el apretuje grupal.
Cada uno echaba a la hoguera un papelito, donde iba escrito lo que quería olvidar.
San Carlos
Un 24 de junio de 1935, en una fogata en Medellín pasó a la inmortalidad el "Mago". Reencarnó y se multiplicó en muchos “zorzales criollos”:
Otro 24 en la iglesia de la Unión, en medio de los fieles el cura hace una señal y muchos morochos flaquitos, bien trajeados, cantan a capela "Cuesta Abajo", "Volver", "El día que me quieras", con devoción digna de un San Carlos. La piel se te eriza bajos los abrigos.
También baja y vuelve a cantar para la fonoplatea de la radio Clarín. Todos los años, el 24 de junio canta las 24 horas para los viejos talleres y boliches de barrio que tienen clavado el dial en el 580AM, tema por tema hasta completar su discografía.
Para toda la cuenca del plata… por los siglos de los siglos.
Sant Joan, el catalán
Un cantautor llamado Joan, es el mejor pintor de la fiesta de su santo en Cataluña. Al revés que en el sur, allí se festeja el solsticio de verano, la alegría y el rebrote de la naturaleza y de los cuerpos. Beben, bailan y caminan sobre las brazas. La muchedumbre abre los poros al calor y al amor hasta altas horas de la madrugada.
Vayan subiendo la cuesta, que arriba mi calle, se vistió de fiesta…
Gloria a Dios en las alturas,
recogieron las basuras
de mi calle, ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas.
…
recogieron las basuras
de mi calle, ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas.
…
en la noche de San
Juan,
cómo comparten su pan,
su mujer y su gabán,
gentes de cien mil raleas.
…
Y hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.
Juntos los encuentra el sol
a la sombra de un farol
empapados en alcohol
magreando a una muchacha.
cómo comparten su pan,
su mujer y su gabán,
gentes de cien mil raleas.
…
Y hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.
Juntos los encuentra el sol
a la sombra de un farol
empapados en alcohol
magreando a una muchacha.
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
…
Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.
Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta.
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
…
Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.
Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta.
Joan Manuel Serrat
Si quiere escuchar “Fiesta” de Joan Manuel con imágenes de las fogatas catalanas oprima aquí: http://www.youtube.com/watch?v=Ykzxx8iQJro
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