Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo

Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo
Casuales casualidades, me llevaron a nacer... en Montevideo

viernes, 4 de diciembre de 2015

Casi vuelan el puente del arroyo Valizas

La frase del viernes decreta la  bajada del año.  

Empezamos a planificar con quien vamos a pasar la nochebuena y fin de año. ¿Y las vacaciones?
 

Para entrar en calor, he aquí una vieja historia de la guerra fría, que abarcó todo el planeta y que también llegó hasta un verano al puente del arroyo Valizas sobre ruta 10.

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El Chelo y la Chile se casaron en 1961. Estudiantes y militantes universitarios, en el apogeo de la patria grande latinoamericana y la revolución cubana, se fueron de luna de miel en una motoneta Heinkel a recorrer toda la costa uruguaya con una carpa. Descubrieron  gentes, formas de vida y territorios indómitos por esa época.

Se encontraron con una Punta Ballena pelada, habitada por pescadores que les dierom alimento y agua. Acamparon varios días, se enamoraron de sus atardeceres y se prometieron volver.

Siguieron camino, pasaron por José Ignacio y por La Paloma, quisieron ir más allá. En un destacamento policial preguntaron como hacer para llegar a un lugar que habían sentido nombrar a Jorge Chebataroff en sus clases de geografía: el misterioso Cabo Polonio. Los agentes les dijeron que derechito-derechito por la ruta 10 llegaban y que iban a llamar por teléfono al destacamento del arroyo Valizas para que los recibieran.

Luego de 60 kms de chupar tierra con la Heinkel, llegan a una casita con la bandera uruguaya: el destacamento policial de Valizas sobre la ruta, antes de llegar al puente. En la puerta los policías los recibían en posición de firmes y haciendo la venia. Parece que en la Paloma habían caído simpáticos y les quisieron dar una mano: avisaron a Valizas diciendo que llegaría una pareja de jóvenes que venían recomendados de la jefatura de Montevideo...

El puchero estaba pronto, a comer. .

Al otro día llegaron al Cabo Polonio, donde los recibió el farero, un tal Faraldo que con su apellido hacía honor a su profesión. Cómo no podía ser de otra manera, salió una vaquita entre todos y cocinaron un buen chupín de pescado.

De vuelta a la ruta 10, uno de los policías les confiesa que era del Chuy y que lo habían trasladado a Valizas "en penitencia" por haber descubierto un contrabando grande que parece que no había que descubrir. Su nueva misión era cuidar el puente del arroyo Valizas de un posible atentado de los "cumunistas".

La guerra fría estaba instalada hacía tiempo y llegaba a todos los rincones del planeta, incluido el Rincón de los Olivera y los Fondos de Valizas. Guerra fría que en remotos lugares del Uruguay todavía no había perdido la humanidad y que permitió a connotados militantes estudiantiles y políticos de izquierda, pernoctar en el destacamento que cuidaba el territorio de una segura invasión roja, con voladuras de puentes incluidas.

Han pasado más de 50 años desde aquel momento. Los "cumunistas" -como se les llamaba en Valizas a todos los zurdos- llegaron al gobierno nacional y al departamental.

El puente sigue en su lugar. Se ve que el milico hizo bien su trabajo.

Las lanchitas que te llevan al bosque de ombúes parten desde allí y de ahí salen los camiones cargados de camarones de la Laguna de Castillos en otoño.

El cuidador sigue cumpliendo su función. Ya jubilado, camuflado de pescador y tirando una línea al arroyo, hace guardia arriba del puente, saludando cortesmente a los que pasan.
Si lo ven, saludenló.

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Para musicalizar la crónica, van dos temas bien valiceros:

Canción del Camaronero
Letra: Humberto Ochoa, el poeta de Aguas Dulces, 
Música: Pindingo Pereyra de Castillos


Puchito Apagao, un tangazo de El Melo de Valizas..
Acompañan las guitarras del Cuarteto Ricacosa.
Filmado en el boliche del Yiye y con el Yiye, frente a la plaza Leopoldina Rosa.

Tabaré no voló el puente pero mandó apagar el pucho...




lunes, 31 de agosto de 2015

La educación oriental

Sin panfletos, con mucho respeto, reflecciones sobre la educación y la filosofía oriental. Lo escribió en su facebook mi hijo Joaquín de 18 años, que aprendió a pensar libremente en la enseñanza pública, a la cual estamos muy agradecidos y por la cual seguimos trabajando.



Les vengo a compartir algo desde mi respeto y "devoción" a éstas dos grandes culturas, para leer algo diferente en momentos de conflicto. Estas dos fotos demuestran una de las grandes diferencias culturales que tenemos con China y Japón. 

La primera fue tomada en Hiroshima unas pocas semanas después de la explosión de la bomba atómica, las clases se retomaron con los únicos recursos que pudieron acceder: unos bancos, un maestro y algunos niños que tuvieron la suerte (o desgracia) de haber sobrevivido luego de vivenciar el infierno mismo sobre su propia ciudad.

La educación es realmente la base de la sociedad japonesa, además del espíritu de no rendirse nunca, si quieren saber cual es el secreto de una potencia indestructible como Japón, ahí los tienen.
 

La segunda foto fue tomada luego de un terremoto en China, los niños sentados en escombros y la maestra reposada sobre una pared derruída. A la derecha, sobre la pared, se ve un fragmento de una frase que dice: "Hǎo hǎo xué xí, tiān tiān xiàng shàng" algo así como "estudia mucho y día a día mejorarás". Como ven, la educación también es fundamental en China , ya lo decía Confucio hace 2500 años! El confusionismo habla frecuentemente sobre como debería ser una sociedad para que funcione correctamente, y la educación para todos es un tema recurrente en su filosofía.

La educación es fundamental en toda sociedad y está bien luchar para mejorarla cuanto más se pueda, pero con las medidas que se están tomando, los únicos que terminan perdiendo son los niños, no el gobierno, ni los maestros. Educar no es sólo enseñar matemáticas, historia, etc, educar es dar el ejemplo y enseñar que la única forma de mejorar es comprometiéndose al trabajo que uno se dedica, sin importar los recursos que uno tenga, sin importar que tu ciudad se halla derrumbado o que halla sufrido el horror y la destrucción de una bomba atómica. Si uno se esfuerza y lucha por algo, sin exigirle cosas a los demás y sin compararse con los otros, seguramente pueda alcanzar su objetivo.

Eso es algo que a la sociedad Uruguaya todavía le queda mucho por aprender, el compromiso y el trabajo duro, y sobre todo apreciar todas las cosas que tenemos y que nos dan, en vez de quejarse por las que no. Si aprendieramos eso el país se iría para arriba.

viernes, 15 de mayo de 2015

La frase del viernes y "A la ciudad de Montevideo"

Los viernes tienen ese no se que especial que durante dos años ininterrumpidos me hicieron festejarlo con la Frase del Viernes.

Luego de largar unas palabras transformadas al eter virtual del blog me dedicaba a escuchar la Tertulia de los viernes del programa "En Perspectiva" que conduce Emiliano Cotelo.

La tertulia de los viernes es la de los viejos sabios donde se festeja la vida, la historia, la cultura, la inteligencia y siempre se aprende algo nuevo.

Hoy viernes, tempranito y cuando se estaba preparando para asistir una vez más, se murió uno de los viejos fundadores de las Tertulia: Carlos Carlos Maggi con sus jóvenes 92 años.

En el homenaje que hizo la radio me enteré que la frase que uso de subtítulo de mi blog era de un poema de su autoría. Como homenaje y como feliz viernes del día de hoy les dejo la letra de su canción que siempre me impactó y me recuerda las ventajas de haber entrado al mundo por sudamérica en la ciudad de Montevideo, Uruguay, donde Torres García nos enseño a apreciar el mundo al revés.

Casuales casualidades
me llevaron a nacer
en un lugar escondido
tan chatito y tan perdido
que en el mapa no se ve,
que en el mapa no se ve.

Al nacer era tan joven
que no supe comprender
las ventajas hemisféricas;
entrando por Sudamérica
me puse el mundo al revés,
me puse el mundo al revés.
....
Por las puertas de mi madre
al Uruguay me enhebré
y en menos que canta un gallo
por apurarme quedé
completamente uruguayo,
completamente uruguayo.
.....
Letra: Carlos Maggi
Música: Daniel Amaro
Versión de Los que Iban Cantando

viernes, 10 de abril de 2015

100 años de la federación de pelota al cesto


En estos días cumple 100 años la federación de basquetbol más vieja del mundo. Nos emociona y nos trae toda una vida de recuerdos junto a la pelotita naranja.

"Pelota al cesto", así le decía mi padre, así se llamaba el deporte que el jugó en la cancha abierta de tosca del club Chaná de Salto.

Así empezó todo, desfondando un cesto, una papelera, para poder tirar con una pelota.

Uruguay, como en tantas cosas fue pionero y ganador. 2 medallas de bronce olímpicas, más de 10 sudamericanos, un 2o puesto panamericano, goleadores mundiales, olímpicos y varios títulos más.

 El basquetbol es un deporte barrial, en un país que no deja de ser una gran familia donde todos nos conocemos. ¿Quién no tiene en el barrio a alguna vieja gloria del basquetbol? Casi todos lo hemos jugado alguna vez, y quien no disfrutó sus 10 minutos de fama, su salida en el diario de la noche, su fulanito punto y coma.

En el básquetbol compartimos las mayores derrotas y triunfos de nuestras vidas. De chiquitos aprendimos a frustrarnos y a pelear un segundo más para tratar de lograr la hazaña; a llorar en equipo, sentados en el frío suelo de un vestuario. También aprendimos a quedar satisfechos y en paz en medio del barullo ensordecedor de la tribuna que invade la cancha luego de un ascenso que parecía inalcanzable.

El básquetbol es lo que vemos en la tele pero sobre todo una cantidad de gente trabajando anónimamente para mejorar la calidad de vida de la juventud, para mantener las redes comunitarias  de las familias y el barrio.

En estos cien años, van algunos recuerdos a todos estos familiares:
  • Al que fue mascotita del club, luego jugador, capitán, técnico y dirigente. Siempre del mismo club y siempre honorario.
  • Al que fue delegado, técnico, canchero, cobrador y alma mater del club.
  • Al canchero quejoso que no larga las pelotas ni las camisetas y gracias al cual el club tiene algunas pelotas y algunas camisetas.
  • A los equipiers que terminan siendo el alma del equipo. Pasan los años, los técnicos, los dirigentes, los jugadores y el equipier queda.
  • Al poeta del barrio que en un partido picado gritó re-caliente: ¡arbitro injusto!, despertando las carcajadas y puteadas de sus compañeros de la barra.
  • Al equipier de un club de fútbol que se fusionó con uno de basquetbol, cuando terminó el primer partido en el nuevo deporte encerró a todo el mundo adentro del vestuario y los amenazó: Acá no se va nadie hasta que no aparezcan las camisetas que faltan: la 1, la 2 y la 3.
  • Al relator que pintó aquel doble inolvidable en la hora: ¡con un doble ritmo que arrancó en la mitad de la cancha, la depositó cual gacela encima del aro!
  • Al juez que paró el partido y pidió a las fuerzas del orden que sacaran al señor de azul que está insultando, y el señor de azul era su hijo.
  • Al canchero  ladrador que le pidió el carné de socio al goleador olímpico y no le dió una pelota para tirar al aro, en un mediodía al rayo del sol de la vieja cancha del club más viejo.
  • Al juez que hizo justicia en el partido que nos estaba afanando su colega bayano, no pitó una zona alevosa diciendo siga-siga. Esa pelota al final del partido nos permitió salir campeones de nuestro triunfo  internacional más querido.
  • A los crack, a los "crack que no llegaron" y a los hermanos de los crack que eran mejores que el crack pero...
  • A los que pintaban lindo y se los llevó la noche.
  • A los que eran espantosos y se mataron entrenando, llegaron y nos sorprendieron. 
  • Al juez de formativas que para el juego y habla al nuevo jugador educandolo. 
  • Al juez de veteranos que para el juego y habla al viejo jugador recordandole que es un juego. 
  • Al loco del club que iba a buscar cigarros a la esquina y quien sabe donde andará.
  • Al goleador rival que en sus últimos años supimos anular con nuestros vigorosos 20 años y que cuando nos descansamos nos arruinó toda la noche.
  • Al veterano héroe del club que le dice al botija recién ascendido al primero: "vos corré que yo agarro el rebote y te la boleo abajo del aro".
  • Al gran capitán que hoy día sigue siendo "mi capitán".
  • Al loco del club que aplaudía y retumbaba todo. Cuando los contrarios tiraban un libre cerraba los ojos, hacía gancho con los dedos y pegaba un grito agudo insoportable yyyyyyyyyyyerrra!
  • Al medallista olímpico que humildemente se tomó una en la cantina, escuchó y nos dió pa`lante. Nosotros ignorábamos quien era y después nos contaron que era una gloria viviente.
  • Al goleador, al que todos admiramos y cuando tirábamos en la doma gritabamos su nombre como si fueramos un relator radial.
  • A todos los que alguna vez alcanzaron la pelota al goleador para que tirara sus mil tiros diarios.
  • A las mujeres que valientemente se pusieron los pantalones cortos, los championes altos y nos disputaron los siempre escasos horarios de la cancha.
  • Al hincha que prometió un asado si el equipo ganaba luego de 5 derrotas al hilo y termino pagando 3 asados seguidos.
  • A las panzas que tienen vida propia y reaparecen cada vez que dejamos de jugar.
  • A todos los dirigentes que van a calentarse la cabeza y a perder plata por amor a la institución. Por que al basquetbol nadie va para enriquecerse. 
  • Al neutral que no le tembló el pulso a la hora de erradicar la violencia con una fuerte sanción que no se ve en otros deportes.
  • Al viejo contador oral de las historias del club, que en la cantina se encargaba de divulgar y mantener viva la identidad de la familia que es un club de básquetbol.
  • A mis amigos veteranos de basquetbol que con casi tantos años como la federación, dejan el bastón y los dolores al costado de la cancha y siguen entrando a jugar.
Salute a toda mi famila del basquetbol.

¡Vamos a la cancha, por 100 años más!

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Comentarios

Daniel querido y sensible,tus relatos no dejan de emocionarme. Si algún dia me ves decime cual sos vos,pues mis años y mi cantidad de recuerdos de caras y nombres en la cabeza me entreveran los tantos
Raul Ebers Mera

jueves, 5 de febrero de 2015

Iemanyá, las Llamadas y la borrosa frontera afro-uruguaya-brasilera

Desde la época de la colonia la frontera geográfica con nuestros vecinos del norte fue muy difusa, ni que hablar de las fronteras de la cultura. En esta semana pudimos ver dos fiestas populares afro-uruguayas donde se nota una fuerte relación con el Brasil.

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Iemanyá es la celebración máxima de las religiones afro-uruguayas que hemos incorporado influenciados por la fuerte relación cultural con nuestros vecinos.

Cada vez está más parecida a la fiesta de Iemanyá en Bahía donde las religiones afro tienen mucha fuerza, en un estado donde el 80% de la población tiene ascendencia africana.

A esta altura, la playa Ramirez no tiene nada que envidiar a Río Bermelho en San Salvador: mucha devoción, mucha fe, voyeurismo, alegría, puestitos que venden de todo, comida y bebida,  todo entremezclado con diferentes manifestaciones de la cultura negra como las ronda de capoeira y los toques de alguna batucada, que se va bailando por la rambla hacia la puesta de sol atrás del Cerro de Montevideo.

La tolerancia religiosa de los pobres es pacífica y aguantadora, deja pasar sin chistar y sin entrar en provocaciones a las pancartas de los defensores de animales y de un pastor protestante que grita por un megáfono que hay un solo dios (que obviamente es hombre y es blanco).

Al otro día los diarios titulan con la cantidad de basura que la intendencia tuvo que recoger de las playas. Los términos suenan un poquito discriminadores: "basura" para referirse a las ofrendas que miles de devotos hacen a la Señora del Mar. Si los que lograsen arrastrar multitudes a su fiesta religiosa fueran judíos, cristianos o musulmanes, ¿sería basura?

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Esta semana se pudo ver varios ensayos de comparsas por la calle Isla de Flores. Los cortes y las cada vez más complejas coreografías me hicieron acordar a Olodum, cuando a fines de los 80 difundió en el mundo la renovadora música bahiana.

Por aquellos años en San Salvador de Bahía, los blocos afro discutían si había que mantener la tradición y tocar solo con instrumentos de percusión. Esto se terminó cuando vinieron músicos africanos y les dijeron que en la madre África ya casi no quedaban bandas que no integraran cuerdas, vientos y todo tipo de instrumentos a su música.

Así fue que Olodum empezó a incluir tímidamente otros instumentos. Llegaron a grabar un disco entero con percusión y un saxo, tocado por el investigador Bira Reis. En el primer intento se pasaron de rosca con la integración y metieron al saxo en todos los temas del principio al fin. Había momentos que querías estrangular al del saxo.

Aquí, en nuestra pequeña comarca, la discusión es "cortes sí" o "cortes no", tradición o renovación. El desfile de llamadas es cada vez más vistoso y los cortes se han impuesto, cada vez más elaborados y atractivos, sobre la base tradicional del candombe.

Este jueves y viernes vamos a apreciar y sentir en nuestro pecho-cuerpos el latir de miles de tambores que vienen de una llamada ancestral, única en el mundo, patrimonio de la humanidad.



Canto ao pescador, Olodum

Jogou sua rede
Oh, pescador!
Se encantou com a beleza
Desse lindo mar
Dois de fevereiro
É dia de Iemanjá
Levo-te oferendas
Para lhe ofertar
E sem idolatria
Olodum seguirá
Como dizia Caymmi
Insigne o homem cantando a encantar
Minha jangada vai sair pro mar
Vou trabalhar meu bem querer

Canto ao pescador en versión de Cheiro de amor.


Ensayo de Olodum en el Pelouriño, San Salvador Bahía.

jueves, 1 de enero de 2015

Trabajo, salud y felicidad

De vacaciones en la playa, luego de una paliza laboral importante de fin de año, volvemos a conectarnos con la frase del viernes. Estamos bien, terminamos bien, cumplimos con nuestros deberes y empezamos mejor. Ahora nos vuelve a sobrar un poquito de energía para publicar alguna que cosita, un simple saludo.

...

En un país de ocupación casi plena, donde todo el mundo que sabe hacer algo esta trabajando, parece muy poco desearle a todos trabajo para el 2015. Es que en el trabajo está la base de todo, Que puedan ganarse el pan en buena ley y servir a la sociedad.

La salud uno la puede trabajar a diario, pero a veces se complica, así que viene bien desearla para todos.

La felicidad, en mayor medida depende de lo que uno haga y el esfuerzo por encontrar el camino y alcanzarla.

El primerio de año nos llevó a saludar a parientes y amigos. Daniel Mahoma Wenzel es un ilustre vecino de Valizas, capitán de la selección uruguaya de basquetbol y Trouville durante muchos años que a los sesenta y pico sigue batallando en las canchas con los veteranos del deporte.

El encuentro con él siempre nos depara ricas historias y una conversación alegre e inteligente. Como todos los años, lo encontramos con su reposera en la playa, rojo como un camarón, con su larga barba blanca, leyendo una novela o charlando con los amigos. En este año 2015 lo vemos en línea, habiendo bajado muchísimo peso.

-        .. Bajaste un montón de kilos, casi no te conozco. ¿Jugás este año?
-        . Esa es la idea. Hice fisioterapia, camino todos los días, bajé un montón de kilos. Voy a hacer mi último intento.

La rodilla, las hernias de columna y las más de seis décadas traqueteando sus 2 metros por las canchas de tosca, bituminoso y parquéts duros se hacen sentir. Sigue luchando por volver a encontrarse con sus amigos en torno a la pelota naranja. Los médicos le dicen que con su edad no le conviene seguir jugando.
-        . Así cualquiera es médico – caliente agita sus manos-,  me dicen ue no juegue más y ya está. Hasta yo puedo  ser médico así.

Esta frase es muy conocida entre los veteranos que seguimos haciendo deporte: “a usted no le conviene”. Y así vamos cambiando de médico hasta encontrar alguno que nos de la esperanza: “cuidese, estire, entre en calor, haga fisioterapia y pruebe, tiene mucha vida por delante, no la desperdicie”.

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Así que les deseo trabajo y salud para todos los amigos que siguen dando la batalla por mover el esqueleto, y un poco de sabiduría para encontrar el justo equilibrio  entre ambos. 

Para completar la oración, un poco de sensibilidad, que permita intuir el camino y ayude a sentir a esa misteriosa dama, la felicidad, que cada tanto  nos acaricia la piel con su varita mágica,