De vacaciones en la playa, luego de una paliza laboral
importante de fin de año, volvemos a conectarnos con la frase del viernes.
Estamos bien, terminamos bien, cumplimos con nuestros deberes y empezamos mejor. Ahora nos vuelve a sobrar un poquito de energía para
publicar alguna que cosita, un simple saludo.
...
En un país de ocupación casi plena, donde todo el mundo que
sabe hacer algo esta trabajando, parece muy poco desearle a todos trabajo para
el 2015. Es que en el trabajo está la base de todo, Que puedan ganarse el pan en buena ley y
servir a la sociedad.
La salud uno la puede trabajar a diario, pero a veces se complica, así que viene bien desearla para todos.
La felicidad, en mayor medida depende
de lo que uno haga y el esfuerzo por encontrar el camino y alcanzarla.
El primerio de año nos llevó a saludar a parientes y amigos. Daniel Mahoma Wenzel
es un ilustre vecino de Valizas, capitán de la selección uruguaya de basquetbol
y Trouville durante muchos años que a los sesenta y pico sigue batallando en las canchas con los veteranos del deporte.
El encuentro con él siempre nos depara ricas historias y una
conversación alegre e inteligente. Como todos los años, lo encontramos con su
reposera en la playa, rojo como un camarón, con su larga barba blanca, leyendo
una novela o charlando con los amigos. En este año 2015 lo vemos en línea,
habiendo bajado muchísimo peso.
- . Esa es la
idea. Hice fisioterapia, camino todos los días, bajé un montón de kilos. Voy a
hacer mi último intento.
La rodilla, las hernias de columna y las más de seis décadas
traqueteando sus 2 metros por las canchas de tosca, bituminoso y parquéts duros se hacen sentir. Sigue luchando por volver a encontrarse con sus amigos en torno a la pelota
naranja. Los médicos le dicen que con su edad no le conviene seguir jugando.
- . Así
cualquiera es médico – caliente agita sus manos-, me dicen ue no juegue más y ya está. Hasta yo puedo ser médico así.
Esta frase es muy conocida entre los veteranos que seguimos
haciendo deporte: “a usted no le conviene”.
Y así vamos cambiando de médico hasta encontrar alguno que nos de la esperanza:
“cuidese, estire, entre en calor, haga
fisioterapia y pruebe, tiene mucha vida por delante, no la desperdicie”.
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Así que les deseo trabajo y salud para todos los amigos que siguen dando la batalla por mover el esqueleto, y un poco de
sabiduría para encontrar el justo equilibrio entre ambos.
Para completar la oración, un poco de sensibilidad, que permita intuir el camino y ayude a sentir a esa misteriosa dama, la
felicidad, que cada tanto nos acaricia la piel con
su varita mágica,
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