Barra de Santa Lucía |
Se viene una época maravillosa para rendirle culto al astro rey en las largas tardecitas primaverales. Aquí recomendamos 10 locaciones donde disfrutar del atardecer, el sunset de los viernes, con un mate, un café o con uma cerveja "estúpidamenchi" gelada. 10 recovecos montevideanos para 10 viernes, hasta llegar al 2015..
1. En el oeste montevideano, la Barra de Santa Lucía. En un carrito o en el restauran del Yatch Club. Para todos los gustos y bolsillos rodeados de barquitos y con los puentes en el horizonte.
2. Caleta de la Playa la Colorada. Bajando por camino Sanquinetti a mano derecha encuentran un almacén y bar con vista sobre la playa y sus rocas coloradas. En el medio del mar se puede apreciar el roquedal y faro de la Panela, que ahora funciona con paneles solares, pero en algún momento hubo un farero que pasaba unos cuantos días de la semana en ese pequeño islote solitario.
3. Cantina del Club de Pesca del Cerro. Toda la playa del Cerro, la ciudad vieja y el puerto a tus pies.
4. Bar y restorán El Perro que Fuma. El boliche más viejo del Mercado del Puerto sobre la rambla 25 de Agosto al lado del museo del Carnaval. Digan que van de parte de "Jano del 25" -el antiguo dueño-, que los atienden de primera. Si agudizan el oído van a escuchar a los parroquianos contar alguna historia del mar, de puertos lejanos, de naufragios y otras culturas.
5. Bar "La Ronda" y el "Santa Catalina". Calle Ciudadela esquina Canelones. Si va a mediodía se puede encontrar al propio Pepe almorzando.
Bar Tinkal. Frugoni y Rambla |
7. El Rodelú en el Parque Rodó. Un clásico con buena pizza y fainá. Un show los personajes que pasan para el Parque Rodó.
8. El club de Pesca Noa Noa. En el camino de los pescadores, abajo de las canteras. Tiene una cantina para socios pero se puede ir sin serlo. Si está cerrado vaya hasta la Restinga de Punta Carretas. El punto más sureño de la capital.
Luego del Parque Rodó la ciudad da la espalda a la puesta de sol. Recién se vuelve a enfrentar en la vuelta de Punta Gorda.
9. El parador Hemingway, abajo de la plaza Virgilio. Toda la playa y la ciudad recortada con el sol.
10. Para el final quiero recomendar un lugar al que todavía no fui. Siempre hay que dejar algo pendiente, algo olvidado, algún misterio por resolver, así la ciudad nos sigue encantando y quedamos con las ganas de volver a buscar "aquella" puesta de sol. Les hablo del restorán, salón de té y cafetería del Radisson Victoria Plaza Hotel en el piso 25 sobre la Plaza Independencia. De los puntos más altos, con trescientos sesenta grados de ciudad bajo sus pies. Todo el Cerro, el puerto y la bahía, espejo de agua casi circular donde uno se puede imaginar la historia de este pedazo del mundo donde nos tocó nacer. La bahía -matriz de la Banda Oriental-, en cuyo fondo están escritos todos los cuentos, los conflictos portuarios. las idas y las vueltas de los migrantes, todas las historias del cono Sur.
Viejo puerto de Montevideo, donde en algún remoto atardecer cayeron las emocionadas lágrimas de los recién llegados a la tierra prometida.
Orejas
(Chichito Cabral)
(Chichito Cabral)
Sale el sol, se va confiado
a ver si pesca.
Orejas se llama el perro
que lo festeja.
a ver si pesca.
Orejas se llama el perro
que lo festeja.
Y en su cuerpo color iodo
de pescador
amigos, boliche y vino
pez de color.
de pescador
amigos, boliche y vino
pez de color.
Pasa el tiempo para unos
pero si sabe
que en aguas no muy profundas
hay ilusión.
pero si sabe
que en aguas no muy profundas
hay ilusión.
Y en su cuerpo color iodo
de pescador
amigos, boliche y vino
pez de color.
de pescador
amigos, boliche y vino
pez de color.