Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo

Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo
Casuales casualidades, me llevaron a nacer... en Montevideo

viernes, 16 de noviembre de 2012

Volver a caminar

Volver a caminar

Hace tres semanas jugando al maxi-basquet en el campeonato de mayores de 45 me rompí un gemelo. 
Con tristeza y un poco de angustia, arranqué de nuevo recordando la canción: "Volver a empezar".
En los 30 años de basquet, las lesiones han sido una parte misma del deporte. La contracara del triunfo no es la derrota, es la lesión que no te permite competir.  Cada rotura es un punto de inflexión, nunca se vuelve igual, en la camino siempre queda algo.
Partiendo del dolor, redoblando esfuerzos, aparece una luz, algo rescatable: el placer de aprender a caminar nuevamente, volver a subir una escalera, disfrutar del talón-planta-punta-del-pie, la palanca exquisita que nos impulsa hacia adelante en la marcha.

Como un bebe, pasito a pasito, la secuencia sería: renguear, recuperar,  estirar,  caminar, subir, trotar, correr, saltar…. Qué simple que suenan los verbos en infinitivo, y que trabajo que da, todos los días, religiosamente la fisioterapia antes del trabajo. 
Así, de a uno van pasando los días, hasta que en el número 21, el músculo que parecía de madera, empieza a ser elástico nuevamente. ¡Qué maravilla volver a caminar!
En este camino nos inspira Cono, que con sus impecables 72 años, diariamente te clava de la punta en las domas de la ACJ. ¡Marquen a Cono por favor! gritan desesperados los contrarios. Y a Cono también le dijo la medicina que a su edad no le convenía jugar más. Como a casi todos nosotros después de los 40 nos dicen. "A su edad…" "Ya no estás en edad…"
La medicina nos alarga la vida deportiva por un lado y a su vez se sorprende y no sabe qué hacer con esto de los veteranos cada vez más viejos que siguen divirtiéndose, entrenando y jugando. 
Como dijo Darnauchans en un homenaje que hicieron a su padre médico: 
“Doctor, no quiero que me diga cuanto me queda de vida, dígame tiene vida por delante”.


Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. 
Detrás de cada logro, hay otro desafío. 
Mientras estés vivo, siéntete vivo. 
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. 
No vivas de fotos amarillas... Sigue aunque todos esperen que abandones. 
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. 
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. 
Cuando por los años no puedas correr, trota. 
Cuando no puedas trotar, camina. 
Cuando no puedas caminar, usa el bastón. 
¡Pero nunca te detengas!

Madre Teresa de Calcuta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario