Hace unos cuantos años, por los comienzos del 2000 una
compañera de veintipocos años, ingeniera en sistemas, me hizo el
siguiente comentario:
- - “La dije a mi novio lo
que estaba ganando y me
mandó a cagar”.
Así de simple y duro.
-
- - “Estoy teniendo problemas
de encontrar un compañero
que se banque que yo gane más que él, no puedo contarles lo que
gano”
Esa era la puntita de un problema complejo y
que todos
llevamos adentro.
Con el paso del tiempo empecé a hacer
encuestas, les
preguntaba a mis compañeras informáticas en que trabajaban sus
parejas. La
mayoría me responden “es informático”, salvo unas pocas
excepciones se juntan
con hombres del mismo “palo”, donde la cosa es más equilibrada.
Cuando puedo converso con mis compañeras
jóvenes: ojo con este
tema, estamos en un ambiente laboral donde las mujeres son
independientes
económicamente, llegan a ser gerentas y directoras, tienen la
cabeza abierta y
forman pareja con quien quieren, pero lamentablemente no tienen
mucho donde elegir,
son pocos los que las bancan libres e inteligentes.
¡Salú a las mujeres en su día!, especialmente
a las que nos
incluyen en la búsqueda de su independencia y libertad, lucha
azarosa,
conflictiva, compleja y regocijante, que también es nuestra búsqueda.