Recién recibimos la triste noticia de que murió el Sabalero y de que luego de un incendio se derrumbó el cilindro. Dos noticias muy duras para digerirlas juntas.
Mientras venía para el laburo me aparecían diferentes imágenes de mi vida acompañada por canciones del Sabalero y momentos maravillosos vividos en el Cilindro.
Relativo al Sabalero me acordé cuando los argentinos nos provocan en los campeonatos de veteranos para que cantemos una y arrancan con: ¡Sentados al cordón de la vereda! Lo que da la pauta de que esa canción nos representa a todos los de este lado y los del otro de la Villa Pancha.
Del Cilindro me acuerdo cuando empecé a ir en 1980 a los 14 años a ver el sudamericano de Mayores donde Uruguay salió campeón. Por jugar en formativas, divisiones inferiores como se decía en aquella época, la FUBB nos daba entradas gratis para la tribuna. Muy ágiles andábamos en aquella época y saltábamos los muros de los baños para pasarnos a la platea y estar más cerca de nuestros ídolos: Peinado, el Tato, Nuñez, Fefo, el Peje Larrosa entre otros.
Luego supimos disfrutar al año siguiente el campeonato logrado por Uruguay a nivel juvenil. En ese equipo jugaban Pierri, Acosta, Ferreira, Peirano, Trindade y el loco Vieitez.
Ahi escuche y grité por primera vez junto a 15.000 personas el ¡cha, cha, cha: Uruguay! Y Soy Celeste!
Luego tuve la suerte de entrenar con la selección sub-17 de Uruguay y con la selección juvenil de Montevideo. Ahi si que sentía el vacío hielo, con esa impresionante obra de ingeniería de hormigón, mágica y fría. Única en el mundo. Cuando Bohemios estuvo arreglando el gimnasio, obra que duró varios años, entrenamos en el cilindro muchas veces. Me supe tomar el 192, el 144 o volver con mi amigo Fabián que ya tenía auto y había descubierto a José Luis Perales. ¡Oso, las minas se mueren cuando les pongo esto! Indudablemente el tipo es de Pocitos pero le tira la terrajada romanticona del rioba. ¡Y así fué que terminó jugando en 25!
Bueno, por acá los dejo, escribir esto me ayudó a escurrir alguna lágrima, frente a la computadora por los dos grandes que ya no están.
Tenemos que hacer una comida para exorcisar la muerte y como dice el Sabalero: ¡Qué puta será la muerte, que nunca chupa conmigo! y otra más dulce: !Lindo haberlo vivido, para poderlo contar!
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Comentario de Alexis:
Oso desde temprano cuando me entere
del cilindro me dio mucha pena, y cuando me entere del Sabalero aguante
un poco
las lagrimas pero al leer tu mail me fue imposible contenerlas, aparte
de lo que
nos dejo, los que vivimos fuera del país por esa época en que salió
chiquillada,y otra canción poco difundida pero que a mi me hace sentir
mucho,
se llama el pichonero y yo soy de Rosario y tuve de chico que salir con
la
mochila al hombro para poder parar la olla de mi familia. Sigo
llorando.
Un abrazo
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Comentario de Roberto:
Gracias Oso. Lindos sentimientos, gracias por compartirlo. En la mañana
estuve escuchando No Toquen Nada y pensaba en la importancia de lo que
es el Cilindro para nuestra vida. No fui mucho a ver BB ahi, me acuerdo
de ver a Bob Dylan en un recital nefasto y algún que otro espectáculo
mas, pero siempre estuvo ahi, desde que tengo recuerdo. Me rechinó un
poco que Joel menospreciara la trascendencia de esa perdida, por lo
menos eso me pareció a mi. Yo sentí que esta mañana se fueron dos
pedacitos de nuestras vidas. El Sabalero en particular me transporta al
sentimiento que le evocaba a mi viejo. Sin duda un tipo de raíz
netamente científica y amante de la música clásica era la antítesis del
Sabalero, pero se emocionaba hasta la médula con Chiquillada que
describía perfectamente su infancia en Fray Bentos en la década del 20.
Si bien no recuerdo escuchar jamás un disco entero del Sabalero, sus
canciones evocan un montón de sentimientos y recuerdos de toda mi vida.
Un grande de nuestra música sin duda.
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Comentario de Inés:
Si si , supongo todos tenemos recuerdos de estos dos. Escuche pilones
de veces 'chiquillada' cuando tenía por los 4 años en un tocadiscos de
mi padre de esos que eran como un mueble , en donde se abría una
puertita de donde salía la bandeja del disco, este recuerdo se me junta
con ver en la tele en el mismo living la bajada el hombre en la luna,
se ve que fué todo por los mismos tiempos.
Del cilindro me da mucha pena, difícil que tengamos otro, por lo menos
en poco tiempo, siempre me maravillo ese techo colgado, que me parecía
que se iba a caer en cualquier momento.
Silvia, Oso y Diego allí hicimos nuestro primer examen de facultad, el
de introducción, se acuerdan?
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Comentario de Silvia:
Si, me llamó mucho la atención que entre los recuerdos del Oso no haya
estado ese día, medio clave para la generación 84, era la primer
evaluación desde el ingreso a facultad, un frío de cagarse, 4 hs sin ir
al baño ....... No me olvido más.