Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo

Crónicas del barrio, la ciudad y el mundo
Casuales casualidades, me llevaron a nacer... en Montevideo

lunes, 26 de febrero de 2024

¡Saludenlon! Entrevista a Mariana Ingold y Osvaldo Fattoruso. 1993

¡Saludenlon!

 Cierto día el Espíritu Burlón se ve en la tremenda necesidad de conocer sus antepasados. Es así que nos abocamos a la tarea de investigar su verdadera historia. Fuentes allegadas a este prestigioso medio de comunicación nos dicen que todo comienza en una casa por la calle Pablo de María, donde habitan MARIANA INGOLD y OSVALDO FATTORUSO (nos suenan) y allá vamos!


(DO: Las autoras de esta nota creo que son Patricia de Esteban y Leticia Barreiro. Recuperado de las galeras inéditas del tiempo de la revista estudiantil el Espíritu Burlón. No 4 que nunca llegó a imprimirse en 1993.  Lic. Ciencias de la Comunicación. Udelar, )

EB - Contanos la anécdota del verdadero Espíritu Burlón.

Ma - Es que no hay una en particular. Yo le conté varias a Mateo...

Os – Contá las dos más fuertes, la de los discos y la de los almohadones.

Ma - La primera que le conté a Mateo fue la de un almohadón que volaba. En esa época, yo vivía con mi anterior compañero, y el almohadón le caía en la cabeza. Volando caía siempre sobre su cabeza. Otra. Ves aquel armario con un montón de cerámicas, a veces se cambian de lugar.

Os - Ahora con el tiempo parece que estuviera más tranquila la cosa.

EB - ¿Cuánto tiempo duré la historia de los Espíritus Burlones?

Ma - Desde que estoy viviendo acá, hace unos ocho años.

Os - Contale la de los discos.

Ma - -Ah! -Esa fue fuerte! Una vez llegué a casa, miré para el living y estaban absolutamente todos los discos desperdigados en el piso, algunos por abajo del sillón, por todos lados. Yo pensé que me habían entrado a robar, porque ahí atrás hay una caja fuerte que no tiene nada. Miré las puertas, estaban perfectamente cerradas, las ventanas también, no se había caído nada, así que el viento no los podía haber tirado Esa fue la m s fuerte, porque yo pensé que eran chorros, aunque después me di cuenta que no tenía nada que ver. Después, lo m s común son los ruidos, la desaparición de la escoba y la pala. Eso pasó durante años, incluso ahora a veces pasa. Hasta le pasó a Jorge Schellemberg; le presté la casa durante dos meses. Me pasaba que sabía que había dejado la pala en determinado lugar, iba y no estaba. Revolvía toda la casa y no la encontraba. Una vez, nos calentamos con él (con el espíritu burlón), yo sabía que la había puesto adentro de: la lata de la basura y ya estaba podrida de buscarla. Nos íbamos y les pegué un grito: "-Déjense de joder, a ver si aparece la pala!" Creo que fuimos a hacer un mandado al almacén, cuando volvimos fui a ver y estaba adentro de la basura.

EB - ¿Averiguaste alguna vez con alguien que supiera por qué pasan estas cosas?

Ma - Sí, averigüe, me dijeron que bueno... lo que pasa que es pesado hablar de ÉSICOR Me dijeron que por ejemplo, si vos crees que hay espíritus, que hay vida después de la muerte, los espíritus quieren comunicarse contigo de alguna forma. Ellos no son los que mueven las cosas --porque no pueden hacerlo--, entonces lo hacen a través de nosotros que sí podemos. Ahí es donde entra la capacidad del Medium, ellos te utilizan para comunicarse, o para joder, o de repente son Espíritus Burlones que no quieren decir nada. Mateo estaba convencido de que eran unos tipos que estaban para la joda, y yo en cierta forma también me convencí; pero de miedo... nada.

EB - ¿Cuánto tiempo hace que están viviendo juntos acá?

Os - Cuatro años, vamos para cinco.

EB - (A Osvaldo) ¿Desde que llegaste a esta casa te empezaron á pasar esas cosas? at

Os - Si.

EB - Y antes, ¿te habían pasado cosas así?

Os - No.

EB - ¿Cómo te sentís ahora con esto?

Os - En casa.

EB - ¿Asumido totalmente?

Os - Si, no joden.

Ma - Claro, no son Poltergeists!

EB - ¿Qué otras cosas pasan?

Ma - Bueno, después que murió Mateo pasaron un montón de cosas, muy seguido.

Os - Contá lo de la luz.

Ma - -Ah! Eso era frecuente, cada vez que hablábamos de Mateo se apagaba y se prendía una luz.

Os - Hubo varias...

EB - Hablabas, decías la palabra y...

Ma - Si, era así. Un día incluso, estaba grabando un jingle y le comenté a Huguito Jassa (que también le encantan estas cosas y aparte era muy amigo de Mateo): "Ché, sabes que cada vez que mencionamos a Mateo se apaga la luz", y en el momento que dije eso, se reventó la bombita. No se apagó, sino que reventó. Y no terminó ahí, en esa época estábamos tocando en el boliche Yulelé (donde terminábamos la actuación cantando Yulelé). Un día, la platea estaba llena de amigos. Estaba Cabrera y un montón de gente conocida cuando dijimos: "Ustedes saben que cada vez que decimos 'Mateo' pasa tal cosa", y de repente -se apaga la luz, con cien personas adentro del boliche! (Risas)

EB - -O sea que por falta de testigos no va a ser!

Ma - -No, te puedo asegurar que no! Pero ahora estámos tranquilos, ¿no? Se oyen unos ruidos, pero...

Os - T tranquilo. Mateo tenía que hacer el tema para que quedara registrado ¿no?

Ma - Mateo pasaba mucho rato acá. Él vivía en una pensión por Jackson y Lauro Müller y yo en esa época estaba trabajando en el TUMP. A veces él me pedía la llave para ver si podía venir, porque su cuarto era muy frío. Venía, se instalaba una estufita y se quedaba componiendo. Se traía cebada.

EB.- ¿Pensaste alguna vez que en esos ratos que Mateo estaba ac haya tenido las historias que tenés vos?

Ma – A mí me parece que Mateo ya las debe haber tenido incluso en los lugares donde vivía él. EB - ¿Para vos la energía está en él?

Ma - No, la de esta casa no creo. Pero creo que si, a Mateo le pasó algo acá, también le debe haber pasado en otros lados. A Mateo le podía pasar cualquier cosa (risas), -en cualquier lado, en la Plaza Cagancha, yo qué sé!

Os - ¿Fue a vos que te contó de cuando estábamos en Suecia?

Ma - ¡Ah, si! Cuando se fueron con Rada a Escandinavia, Mateo me llamaba por teléfono, o me invitaba a ir al Mercado del Puerto y me contaba cosas. Me decía: "Vos sabes que lo vi a Osvaldo caminando por ahí". ¿Y jodía no?", me dijo varias veces. Un día viene y me cuenta: "Sabes que vi a Osvaldo, a Notre y a Rada con unos shores y unas bermudas espantosas. Iban a un lugar donde estaba todo lleno de gente desnuda, gente con unos cuerpos bárbaros, pero también las señoras con sus hijos..." Al otro día recibo un montón de cartas de éste (Osvaldo), se ve que se habían acumulado. Agarro la última por fecha, para ver si había novedades, y lo primero que menciona éste es que: "Ayer tuvimos un día libre y nos fuimos a un A) lago, una playa donde estaba todo el mundo en pelotas y nosotros con unas bermudas espantosas!" Cuando veo a Mateo le digo: "Bó, sabes que el Osvaldo me escribió...", "sí, yo te dije!", dijo Mateo.

Ma - Me encanta porque de música, nada.

Os - Mata, mata...

EB - ¿Quieren hablar de música? Nos gustaría saber, vos Osvaldo, ¿qué haces ahora?

Os - ¿Qué hago? Bueno...

Ma - Contale que te negaron la visa a EEUU.

EB - ¡Ahí va! ¿Qué hiciste en EEUU para que te nieguen la visa? ¿Cu l fue tu delito? (risas)

Os - Pasó que yo tenía una orden de deportación del año 1973. Lo que pasa es que yo no me enteré nunca. Yo estaba allá legal, tenía cuenta en un banco, compraba y vendía autos míos, todo eso queda registrado en Washington con nombre, apellido, dirección, todo. Era socio de la sociedad de músicos de allá, la Unión como le llaman ellos.

EB - ¿En que año era eso?

Os - Yo estuve allá del '69 al '8l.

EB - ¿Y en el '69 por qué habías ido?

Os - Terminó la época de Los Shaker's y estuvimos un año divagando por acá, por Buenos Aires y nos fuimos para allá a laburar. El día que llegué ya laburé de entrada.

Ma - -Robando un banco! (risas)

Os - Bueno, entonces ac cuando voy a pedir la visa, me preguntan si alguna vez fui deportado, yo dije que no, llegó el momento en que me entrevisto con el vicecónsul y me pregunta: "¿Ud. alguna vez fue deportado?" Yo le dije que no, que yo me vine. Me hizo alguna pregunta m s y volvió a preguntar: "¿Pero nunca fue deportado?" Creo que hasta me preguntó una tercera vez y llegado el momento me dijo: "Ud. no está capacitado para recibir una visa, no es elegido". Pero ¿por qué?, "Porque hay una orden de deportación" contestó. Le dije que yo nunca me había enterado, que me había venido solo, no me habían agarrado... "Y bueno, no es elegido para la visa". Y ahora estoy tratando de arreglar ese asunto, en algún momento voy a volver... Y bueno, lo que estuve haciendo hasta ese momento fue la gira con Fito por Argentina, Chile, Paraguay, España y una venida a Uruguay que casi no cuenta. Me perdí Méjico, Los Ángeles. íbamos a estar un par de días en Méjico, después en Los Ángeles unos diez días, a pesar de que el show era un día sólo.

Ma - -Y yo también iba! A mí me dieron la visa ¿pueden creer?

Os - Había una idea de grabar con Rada allá

EB - ¿Qué anda haciendo Rada por allá?

Os - Está grabando temas de él, nuevos, con terribles músicos y terrible estudio.

Ma - En Nueva York ¿no?

Os - Sí, vive y labura en Méjico, pero viaja a N.Y. a terminar su disco. Y bueno, me perdí la gira, me perdí U$ 2.000, -gracias a la visa de mierda!

Ma - ¡Yo me perdí Disneylandia!

Os - Teníamos todo planeado, paseos, pensaba llevar discos nuestros, videos.

Ma - Incluso nos enteramos de que hay gente que está tocando temas del "Fa", y yo me moría por ir a ver que cuernos estaban haciendo...

EB - Contanos ¿cómo es recibido Fito en todos lados? En Argentina, de fiesta, ¿no?

Os - Sí, en otros lados el 90% del público es argentino, son las comunidades.

Ma - Salvo Chile, Paraguay, ¿no? 7%

Os - Sí, claro, hablo más que nada de España. 

EB - ¿Están grabando algún disco?

Ma - Sí, desde el año pasado, entre una cosa y otra no lo terminamos...

Os - En realidad, estamos grabando 3 discos, uno es con inéditos de Mateo, que está casi terminado.

EB - ¿Con quién más lo graban?

Ma - No, solo somos nosotros... Hay otra gente que canté ahí, Urbano, Mandraque, Cabrera.

Os - Después estamos grabando el repertorio de Contrafarsa de este año; y el disco de Candombe, el de la gira de España. Tenemos pensado, con Mariana, grabar con una cantante rosarina.

Ma - Es Liliana Herrero, la produce Fito, va para el tercer disco.

Os - Dentro de poco vamos a estar trabajando con Fito. En un par de meses más o menos, se va a alquilar tres casas afuera: una para vivir, en otra va a montar un estudio y en otra, no sé. Va a llevar un estudio portátil de la Argentina, y ahí vamos a trabajar un rato sobre un disco nuevo. Después, por octubre, noviembre, nos vamos a Brasil, a Cuba, Venezuela, no sé si a Méjico de vuelta, con Fito. Vamos a viajar un poco los dos, y repartimos discos de ac

EB - Business.

Os - Claro, business total.

EB - ¿Esa forma de promocionar los discos da para verificar resultados?

Os - ¡Y sí! Por ejemplo, en el último fue que salió la gira por España. Estuvimos en Chile y es muy probable que salga algo para editar allá, incluso ir a tocar Es la única forma, además si no lo hacemos nosotros, no lo hace nadie.

EB - Claro, Uds. son sus propios managers.

Ma - En realidad soy yo el manager de él, -lo que pasa es que lo estoy explotando, me parece! (risas)

Os - Ahora estamos yendo a Argentina a hacer unas actuaciones con un grupo chico, probablemente vayamos a Bs. As., Rosario, Córdoba y tal vez Chile.

EB - ¿Quiénes van?

Ma - Estamos viendo cuántos podemos -iY, pero básicamente es la música del "Fa". En Chile hay un festival de Jazz. 

EB - Bueno Mariana, mandate algún pase mágico para la revista.

Ma - -Ya se piensan que soy bruja!

EB - Bueno, contate otra antes de terminar.

Ma - Contá vos que conocés más, lo del saxo.

Os - Estábamos preparando en un sequencer, que es como una computadora donde se graba música, un tema que se llama salúdenlo, dedicado a Mateo que está en el "Hace Calor". Es un tema que compuso ella con un 993 de frases de temas de Mateo, y cuando estábamos en el final aparece una cosa en el sequencer que yo no había grabado, ni ella. Es un sólo de saxo, yo no sé de dónde salió. Pensamos que pudo haber sido Mateo que había muerto hacía poco, de alguna forma se metió electrónicamente en la computadora, porque eso no puede tocarlo ni pensarlo nadie, es muy raro. Únicamente un animal como éste, ¿no? Y quedó, está grabado en el diskette, y no nos pudimos dar cuenta de dónde salió; no tiene lógica, pero queda bárbaro, además, es IM PRE SIO NAN TE.



Ma - Los días del recital de homenaje a Mateo en el Solís, también pasaron cosas raras, los dos días cuando tocamos el tema "Paloma", hubo un ruido espantoso en el mismo lugar. No lo pudimos dejar grabado en el disco porque era un desastre. 27

EB - El comentario general después de ese recital era ¿fuiste a ver a Mateo en el Solís?

Ma - La novia de Mateo --la última que tuvo-- estuvo viviendo con el en una casita pasando Colón, casi en el campo. Me llamó después que murió Mateo para ver si podía ir a buscar las cosas de él, porque no sabía para qué las iba a tener. Yo de repente podía hacer algo y me pasó la dirección. Tomé el 145, llegué a la Plaza Colón y me di cuenta de que no había llevado la dirección. No tenía ni idea de dónde quedaba. Empecé a caminar por ruta para afuera. Iba mirando para arriba y diciendo: "Pero Mateo, -dónde viniste a parar!" El siempre vivió por estos barrios. Seguí caminando y pienso: "¿dónde mierda es?". No sé por qué doblé en un lugar y miré para adelante, hacia una casa. Dije: "Es ac ", toqué para probar y me atendió ella. Le conté lo que me había pasado, que "me trajeron" y me dice: "Sí, a mí me pasan cosas así todos los días"

Os - Otra cosa que pasa, es que a Mateo se lo piensa en presente, se le habla en presente.

Ma - Incluso en los ensayos, estaba ac siempre. Lo comentábamos con Cabrera, como una energía rara, ¿no?

EB - Bueno, podemos ir a la pregunta del millón... del millón de dólares, ¿qué harías vos Mariana, si te dan un millón de dólares?

Ma - -Uf! ¿Qué haría? Haría un complejo cultural con dos teatros en una manzana de Montevideo, para música. Uno chico y otro m s grande, con una cafetería para que la gente se pueda reunir, porque hoy, los músicos no tenemos contacto, es espantoso. Un boliche donde se pueda tocar, un lugar donde se pueda vender discos, no sé, todo lo que tenga que ver con música siempre lo soñé, es m s, me voy a sacar la lotería y lo voy a hacer. Y no sé qué mäs, haría un viajecito a alguna playa exótica, o a alguna reserva ecológica....

EB - Y vos Osvaldo, ¿para qué lo usarías?

Os - Música.

EB - ¿Pero qué harías?

Ma - Claro, ¿qué hacés, le pagás a un compositor para que te haga canciones?

Os - Compro un disco de Capella.

Ma - -Qué cosa brutal! -Mir que éstos ponen todo en la revista!

Os -¡Por ahí se creen que me gusta! No, música nada m s, pongo un estudio chiquito, ayudo a algunos músicos que necesitan ayuda.

EB - ¿Producir?

Os - Si, por ejemplo.



EB - Bueno, saluden.

Os - SALUDENLON.

Ma - SALUDENLON.

EB - SALUDENLO.

Os - SALUDENLON con N, Mateo decía con N.


 

Saludenló, tema homenaje de Mariana y Osvaldo a Eduardo Mateo. Donde aparece el sequencer misterioso al final, que lo grabó... 




Si quieren ver como llego esta entrevista a sus manos 30 años después, haga click en:



Saludenlon, como reapareció el Espíritu Burlón 30 años después.

Les quiero presentar un hallazgo histórico, una entrevista inédita de 1993 a Mariana Ingold y Osvaldo Fattoruso sobre el origen de la canción el Espíritu Burlón de Eduardo Mateo. La misma fue realizada en la casa de Mariana, donde vivía con Osvaldo y un colado, un Espíritu apodado Burlón que siempre hacía picardías y al que solo Eduardo Mateo podía entender.

La nota iba a salir en la revista estudiantil El Espíritu Burlón de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Udelar. Luego del primer año (1992) donde publicamos 3 números mensuales, se venía el número 4 (EB4), año II número 1. Pero el equipo de redacción estaba medio desintegrado, entro gente nueva y por esas cosas que uno no se explica, cuando estaba todo el material pronto, no salió.

El archivo “Espiritu Burlón 4.wp” (hecho en Word Perfect 5.1) quedo en mi vieja computadora de esa época. Tenía un disco duro de 20 MB y solo arrancaba con un disco blando de 5" 1/4. Luego de dos mudanzas, por el 2002 más o menos, le quise mostrar a mis hijos cómo funcionaba un PC viejo. Enchufé, encendí y pensé que se había quemado todo, mucho humo con olor a polvo quemado. La máquina del tiempo funcionó y retrocedió una década. En el monitor cuadrado de 14 pulgadas pude explorar lo que había en ese disco duro (comando Dir). Ahí apareció el querido  “Espíritu Burlon 4.wp” y lo copie en un diskette blando, lo llevé a la empresa donde todavía quedaba una disketera que lo podía leer. Lo copié, lo convertí a un .doc y lo imprimí. Lo llevé a la reunión de los 10 años de Generación 92 de Ciencias de la Comunicación para compartir y revivir viejas anécdotas. Al otro día se los envié por mail a todo el grupo.

Desde el 2002 no me mude más, pero si cambié de PC y notebook. Me han acompañado más de 10 y se siguen rompiendo. En alguna migración o rotura de discos, el archivo del EB4 desapareció, nunca más lo encontré.

Hace unos días en el grupo de whatsap de la G92, Cecilia Easton escribe que estaba tirando cosas viejas y que encontró 2 números del Espíritu Burlón, otras revistas estudiantiles de esa época (la Chuminga Times) y 26 hojas impresas que no sabía bien que eran.

- Traeme todo le dijesoy bicho guardador, en casa recolecté y conservo  documentos y fotos de 4 generaciones de mi familia. 

Me los alcanzó. Toque esas impresiones como quien toca un tesoro, un incunable. Impreso en una Epson de matriz de puntos (pre-internet, pre-windows, pre-todo), letra Times New Roman y tiene jeroglíficos o espacios en blanco en algunas letras con acento (por las conversiones de Word Perfect a Word). 

Las últimas páginas, tenían la entrevista a Mariana y Osvaldo. Se titulaba "Saludenlón". No estaba firmada, creo recordar que las autoras fueron Patricia de Esteban y Leticia Barreiro. Las consulté, pero ni ellas se acuerdan bien.

De todas las compus y discos duros que tuve en mi vida, lo que hizo sobrevivir a este documento, fue una impresión en papel. Como dice el profe Juan Grompone, los PCs, los diskettes y discos duros se pueden romper o cambian y no son compatibles, las cintas magnéticas se borran con el tiempo. Si no fuera por el papel, las primeras biblias de Gutemberg no hubiesen sobrevivido hasta el día de hoy. 

Los caminos de la vida se cruzan varias veces. Con el paso de las décadas, parece que uno hubiese vivido varias vidas. Y los espíritus burlones nos esconden los recuerdos y cada tanto, se cagan de la risa y los hacen aparecer.

Si lo leen, cuando terminen, sean bien educados e inteligentes, no se olviden de saludar al Espíritu Burlón para que no les haga ninguna travesura. Y si no lo leen, también.

Si quieren ver la entrevista completa, hagan click en:

¡Saludenlon! Entrevista a Mariana Ingold y Osvaldo Fattoruso. 1993

 

PD: Si no lo conocen la canción, aca está filmada en vivo en El Circo del Parque Batlle en 1987:




De yapa, el videoclip del tema Saludenlo, homenaje a Eduardo Mateo que hicieron Mariana Ingold y Osvaldo Fattoruso, filmado en 1991 en las ruinas del Asilo Dámaso Antonio Larrañaga, donde hoy esta nuestra hermosa Facultad de Información y Comunicación, fruto de la pelea de varias generaciones, que empezó con las ocupaciones del 93 de la vieja "Morgue" del ex-Hospital Pedro Visca, donde nos conocimos como estudiantes y donde surgió la revista el Espíritu Burlón, a la que debemos estos relatos.



lunes, 4 de diciembre de 2023

For the cracks that did not arrive (Pa´ los cracks que no llegaron)



Crónica de mis fracasos del básquetbol y la informática.

Frustraciones, derrotas, algunos triunfos y muchas enseñanzas.

40 años integrando equipos deportivos y de trabajo. El paso del tiempo y la relectura de las lecciones aprendidas de algunos proyectos/campeonatos claves.

Les dejo el link de mi última charla en el 30o. Encuentro Genexus. Si bien es de informáticos, está armada como para que todo el mundo la pueda ver en el siguiente enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=II4FpZR_dLk


viernes, 3 de noviembre de 2023

150 años del liceo Osimani Llerena de Salto (IPOLL)

Escribí esta historia de los Osimani en Uruguay para los festejos de los 150 años del Instituto Politécnico Osimani Llerena de Salto, el liceo más antiguo del interior que este 1 de noviembre cumplió sus primeros 150 años.

Adelante: Eduardo y Daniel, atrás: Ana, Ma. Teresa y Celsa (Oculta) Osimani

 El viaje a Salto

Cuando yo tenía 7 años vine a conocer Salto con mis padres, mi hermano y mis primos. 

Viajamos toda la noche en un viejo auto marca “De Soto” del año 1954. La calefacción no andaba y hacía frío. Mamá nos envolvió las piernas con frazadas, para que no nos agarremos sabañones, que eran como unas heridas que te salían en los pies por el frio.

Llegamos a Salto de mañana y fuimos al centro. Me llamaba la atención una calle se tuviera por nombre “Calle Uruguay”. Era muy linda, bajaba hasta el río. Recuerdo otra, la “Calle Brasil”.

Por la noche, desfilamos por “calle Uruguay” en una carreta. Íbamos con mis primos sosteniendo un cartel que decía “Familia Osimani”. En el asiento de atrás iban las tías viejas, Celsa y María Teresa. Ellas conocían a todo el mundo, saludaban y tiraban besos.

Parece que se festejaban los 100 años del liceo que fundó un tío bisabuelo que había venido de Italia y que se llamaba Gervasio. Yo estaba en segundo de escuela y ya sabía  contar hasta 100. Demoraba mucho en llegar a 100.Me parece increíble, que ahora pueda contar hasta 150 y ser uno de los que pueden transmitir una parte de la historia. Gracias por permitírmelo.

***

Soy Daniel Osimani, ingeniero de sistemas y jugador de basquetbol.

Bisnieto de Alessandro que era hermano de Gervasio Osimani.

Gervasio se casó pero no tuvo hijos. Como todos saben, a quien dios no da hijos el diablo le da sobrinos, y acá estamos.

Mi padre, Héctor Osimani era salteño. Fue a Montevideo a estudiar en la Udelar y luego se quedó a trabajar y llegamos nosotros.

En el libro de los 150 años del IPOLL, mi tía abuela, Celsa Osimani escribió una nota hablando de su relación con el liceo y sus fundadores. A su tío Gervasio no lo conoció, pues era muy chica cuando él murió. Si recordaba a su tío adoptivo Miguel Llerena, tío “Coyito” le decía.

Tuve la suerte de disfrutar unos cuantos años a la tía abuela Celsa, toda una institución en la familia. Les voy a contar de ella y de algunas cosas que nos legaron los fundadores y que se repiten en la familia, generación tras generación.

¿Cómo me empecé a conectar con mis antepasados?

Mi padre era medio callado en casa, sobrio, chapado a la antigua, no contaba mucho de sus antepasados. Cuando yo tenía 23 años empecé a preguntar un poco más, ¿cuándo había venido su abuelo de Italia?, ¿qué parentesco teníamos con el fundador del liceo? Mi padre me dijo que vaya a lo de la tía que conserva documentos de los viejos.

Entre los papeles que había conservado la tía Celsa, estaba una  partida de bautismo original de mi bisabuelo Alessandro Ignacio Domenico Osimani Giardinieri, escrita a mano con pluma y tinta por el cura párroco de Numana, provincia de Ancona, Italia.

Con ese documento empecé a tramitar mi ciudadanía italiana. Además, tuve que averiguar y sacar todas las partidas de nacimiento, casamiento y defunción de todos mis antepasados. Ahí empecé a conectarme con mi historia y entender más a los viejos.

Certificado de Bautismo de Alessandro Osimani. Numana, Ancona, Le Marche

 Transcurría el año 1989, hacía poco que había terminado la dictadura y la restablecida democracia aún estaba débil. La “ley de Caducidad” votada en el parlamento en 1986 que otorgaba impunidad a los militares por las violaciones de los derechos humanos se había ratificado hacía poco en un plebiscito. Muchos quedamos muy desilusionados y con miedo. Los jóvenes, nuevamente empezamos a poner un ojo en el aeropuerto. Tener un pasaporte europeo facilitaba todo. La estela en el océano atlántico era de ida y de vuelta.

Gracias a esa partida de bautismo original de mi bisabuelo, pude hacerme ciudadano italiano. Mis hermanos, mis hijos y sobrinos también. Por suerte la democracia en Uruguay se consolidó, encontramos buenos trabajos y nunca tuvimos que usar el pasaporte italiano como escapatoria.

 La tía Celsa

No llegue a conocer a mi abuelo César. Pero si tuve la suerte de disfrutar a sus hermanas,  Celsa y María Teresa. Celsa nació por 1908 y fue la más chica de 8 hermanos. Su padre, Alessandro murió cuando ella tenía 1 año. Mi bisabuela Esther y mi abuelo César se tuvieron que hacer cargo de la familia. César tenía 18 años.

Celsa entró al IPOLL en 1920 y cuando terminó preparatorios se mudó a Montevideo para estudiar abogacía en la Universidad de la República (UDELAR). Se debe haber recibido en la década del 30. Calculo que fue una  de las primeras abogadas y la única profesional de sus hermanos.

Trabajaba en el Poder Judicial, era actuaria en un juzgado.

Celsa fue una figura muy importante en la familia, era toda una autoridad y además, muy divertida. Mujer firme, independiente, preocupada por el estudio de todos los sobrinos, por la justicia y por la democracia.

En su casa de Montevideo cobijó a su sobrino Héctor, mi padre, cuando fue a estudiar Ciencias Económicas en la década del 50.

***

Me acuerdo de una visita solemne que hicimos con mi padre a lo de tía Celsita. Yo jugaba en el escritorio, girando en la silla de roble, mi viejo fue a consultar a la venerable anciana qué había que votar al otro día. Era el sábado 29 de noviembre de 1980. Tenían miedo, se hablaba despacio, yo tenía 14 años y me daba cuenta de que hablaban como en secreto. Las paredes oían.

La tía Celsa bajó la línea, firme. El domingo mi familia votó NO a la reforma constitucional que proponía la dictadura para propagarse en el tiempo.

¿Qué valores quedan en la familia 150 años después?

Estudios Universitarios

Gervasio hizo estudios terciarios en Ancona. Fue seminarista.

Los fundadores del liceo, con su ejemplo nos motivaron a estudiar en la universidad.

Con el impulso de mi tía abuela Celsa abogada, de mi padre que fue Contador Público, mis hermanos y mis primos pudimos estudiar también en la Universidad.

Por el otro lado de la familia, estaba Vicente Osimani que era el otro hermano de Gervasio y que se radicó en Buenos Aires. Uno de sus hijos vino a estudiar al IPOLL, y luego se recibió de Químico en la Udelar. Su hijo Juan José Osimani, fue un eminente médico, catedrático de parasitología. Juan José es el que escribe una nota en el libro de los 100 años del IPOLL, junto a mi tía abuela Celsa.

El IPOLL, a poco de su fundación fue reconocido como preparatorio para el ingreso a la UDELAR. El liceo con su tradición de buena educación fue clave para la instalación de la Regional Norte de la UDELAR en Salto.

Por suerte, la sociedad y la universidad pública siguen mejorando, hoy más de la mitad de sus estudiantes son primera generación de universitarios en su familia. La matrícula sigue creciendo, ahora con varias facultades en el interior y también con la UTEC.

Cada estudiante que llega a la Universidad es un techo en su familia que se corre, una vida más libre, con más herramientas para crecer y desarrollarse. Para sus hijos y sus nietos va a ser más fácil acceder a estudios terciarios, igual que lo fue para nosotros que tuvimos el ejemplo y las herramientas que nos dejaron Gervasio Osimani y Miguel Llerena.

Vocación de servicio

Además del estudio, también heredamos la vocación de servicio, el interés y la responsabilidad por la cosa pública y el desarrollo de los ciudadanos.

Mi abuelo fue el encargado de la colecta que empezó en 1952 para juntar fondos para la construcción del nuevo liceo, ese que con el esfuerzo de todos se estrenó 20 años después en 1971. Desarmando la casa de mis viejos encontré la contabilidad de la colecta. El abuelo César y mi abuela María Julia Peirano se encargaban de juntar los aportes mensuales en un barrio de la ciudad de Salto. Pertenecían al Comité de exalumnos, que junto al comité popular realizaban la colecta. Todo estaba muy bien documentado, recibos, planillas.


!Qué organización, años de colectas! Demostrando que las instituciones no nacen ni crecen solas, ni las planta el estado con una semilla; surgen del calor de gente que trabaja y sueña una sociedad mejor.

Desde Gervasio para acá varios hemos tenido vocación de servicio, participado en la educación, comisiones de fomento, directivas, gremios, militancia política, en la salud, la justicia o construyendo cooperativas de vivienda.

Una anécdota de la tía Celsa: un día llega a su casa un sobrino y ve que la joven que ayudaba a la tía en las tareas domésticas estaba tecleando en la máquina de escribir.

La tía Celsa le dice:  sos muy joven, no vas a trabajar toda la vida de empleada doméstica. Le estaba enseñando a escribir a máquina, fundamental para cualquier trabajo.

 La Alegría de vivir. No solo se trata de estudiar y servir.

Las tías abuelas

Las tías viejas Celsa y María Teresa eran maravillosas, muy divertidas, con más de 80 años nos alegraban las fiestas familiares, cumpleaños y nochebuenas. Celsa hacía unos discursos grandilocuentes en broma, moviendo sus brazos como aspas, finalizando siempre con un “He dicho señores”. Los gurises nos reíamos a carcajadas. En las fiestas abundaban la música y los bailes.

El abuelo César

Mi abuelo Cesar, a pesar de la falta temprana de su padre y las responsabilidades que asumió con 18 años, nunca perdió la alegría de vivir, participando de todo tipo de actividades sociales y deportivas.

El “Choco”

Mi tío Julio César “Choco” fue un gran trabajador, bailarín de tango, patinador artístico, nadador, asador, acampante, navegante, dicharachero y bromista. Era la cara opuesta de mi padre Héctor, que era sobrio, reservado, calculador y con todo controlado. Dos caras de la misma familia Osimani.

El Choco se fue muy joven y por un tiempo, con el se fue la alegría de las reuniones familiares. Por suerte, fue más fuerte su legado y retornaron las fiestas y los bailes, al empuje de los más chicos.

Ya de grande, entendí que el mundo intelectual, de la cultura, de los estudios, se podía complementar con lo festivo y lo alegre. Leyendo a José Pedro barran y su historia de la sensibilidad en el Uruguay, me di cuenta que la sensibilidad “Disciplinada” y la “Bárbara” conviven y van de la mano en todas las historias familiares. Lectura que recomiendo profundamente.

Cierre

Quiero agradecer a toda la comunidad educativa del IPOLL y especialmente a la directora Silvia Sevrini que nos invitó a participar con gran entusiasmo. Todos ustedes me han hablado del liceo con mucho amor y tienen puesta su camiseta.

He participado muchos años en comisiones de fomento de las escuelas y Apales liceales de mis hijos y conozco de cerca la lucha titánica que es sostener la educación pública. Gracias a todos ustedes que la sostienen.

En el cierre, quiero recordar a mi padre y su amor por el pago.

Mi viejo tenía un montón de documentación guardada que yo encontré recientemente y entregue al liceo. Fotos, recortes de diario de los 100 años del IPOLL.

Mi viejo era nostálgico. Permanentemente recordaba la ciudad de su nacimiento y juventud. Venía anualmente a Salto a encontrarse con sus primos y amigos. Yo creo que fue un migrante dentro del país, emigró del Salto Oriental a Montevideo.

 

Héctor "Charrúa" Osimani, Delia Moizo, Ana María Carvallo, Julio César "Choco" Osimani

A los 80 años tuvo un ACV que le dificultó el habla, se le desaparecieron muchas palabras.  Salto siempre la pudo pronunciar bien. Se le iluminaba la cara cuando nombraba el pago. En sus últimos momentos yo le recordaba los apellidos de sus amigos de la Casa de Salto, donde fue tesorero muchos años. El repetía sus nombres y se reía.

 

Murió hace poco con 92 años, luego de una vida bien vivida.

Sus últimas palabras fueron: “Choco” y Salto.

“Choco” era el sobrenombre de su hermano, su complemento, la alegría, los sobrinos, la familia.

Salto, era su tierra, su historia, el liceo.

 ¡Dejémonos de nostalgias, que reine la alegría y los festejos, que en eso estamos!

Ya cerca de fin de año, voy a saludarlos como saludaba mi viejo y como diría Gervasio en su lengua natal:

¡Felici centocinquanta anni!

¡Salute Instituto Politécnico Osimani - Llerena!



lunes, 6 de marzo de 2023

Nueva Helvecia 1983. La última copa de menores

En el día de hoy se cumplen 40 años del último campeonato conquistado por  una selección de formativas del basquetbol uruguayo. En el club Plaza de Nueva Helvecia, la selección de Montevideo se coronó campeona del XIV torneo Paulo Martins Meira (categoría menores, hoy sub 17). 

Camiseta selecc. MVD
El torneo Meira se jugaba en Uruguay en los años impares, y en los pares se competía en Brasil el Rosselló. Incluía las selecciones de Uruguay, Porto Alegre, Río de Janeiro y San Pablo. Según tengo entendido, Uruguay solo lo ganó dos veces, nuestra generación 1966 y la de Pierri. El otro triunfo que hay en formativas es el sudamericano de 1982, que varios recordamos en el cilindro con Pierri como figura. 

Lideraba ese equipo Carlitos Rodríguez en el poste alto con sus increíbles 27 puntos de promedio, Leandro Gil como play maker, Mancione como ayuda base, Barreiro de delantero, quien escribe en el poste bajo, Esteche recambio de las tablas, el Sapo Sumasi como recambio revulsivo (QEPD), el Pepe Vespa, Montemurro, Juan Ramón López y Di Maio entre otros. Increíblemente ninguno de nosotros conservo una foto de ese equipo, ya no me acuerdo de la integración completa. Disculpas. 

Para estos torneos, la selección uruguaya entrenaba dos meses, en enero y febrero en doble turno. Los entrenamientos eran agotadores, de mañana hacíamos físico, 7 kms y al final el test de Cooper, 12 kms desde el Aeropuerto hasta el estadio. En 1983 la FUBB no tena dinero y no pudo traer a los jugadores del interior, por lo que el DT Goyeneche renunció y las prácticas en enero se suspendieron. En febrero asume como DT el ruso Grudnicki, con Hugo Caballero (QEPD) de ayudante y el RoRo Rodríguez como preparador físico. Plaza de Nueva Helvecia organizó a la selección del interior con Enrique Iahn como DT. Integraban esta selección Marcelo Sánchez, Nazar Rodríguez, el Cabeza López, Gonzalo Díaz, Ackerman, Cianciarullo, Salvagno y Mayora.

Todas las selecciones nos quedábamos en el Hotel del Prado (1898). Yo era un angelito, me pusieron a compartir pieza con Luis Sumassi y el Pepe Vespa que eran fatales. Para controlar, al lado nuestro dormía el cuerpo técnico. 

En el primer encuentro fuimos perdiendo todo el partido con la selección de Río de Janeiro, sobre el final, hicimos una presión agónica en toda la cancha, pellizcamos unas pelotas y nos acercamos. Faltando menos de un minuto robamos una en medio de la cancha, la pelota queda sucia y la agarra Leandro pero hace zona, un pie entero pisando la raya. En ese entonces escucha la voz de Dios que lo mira y le dice "Siga, siga". Y Leo siguió al ataque y ganamos en la hora. 

Ya mas confiados en nuestro potencial, en el segundo día nos dimos de pico contra el piso. Perdimos con la selección de interior, Marcelo Sánchez hizo 46 puntos (y no existía el triple). Pasaba la mitad de la cancha y tiraba. Era el 3 de marzo de 1983, decían que fue su cumpleaños. Pensando que era un mito, lo fui a chequear en google mientras escribía este posteo y compruebo que efectivamente cumple el 3 de marzo. 

Tercer día, libre, sin partidos y con asado para recomponer el ánimo. El cuerpo técnico manejaba muy bien el vestuario y la interna del equipo. El Dr. Voituret tenia mucho talento para coordinar las revisiones, conversas y autocriticas después de los partidos. En la previa propuso algunas canciones para templar los corazones en los viajes a la cancha: Vayan pelando las chauchas y Mi Montevideo La Tacita de Plata (oprima para escucharlas)

Cuarto día le ganamos a Porto Alegre cómodos, por más de 15. 
Quinto día de competencia, partido con San Pablo y la rompimos. Le ganamos por 10 de principio a fin. Hacíamos el juego típico de Uruguay, mucha entrega, concentración, marca fuerte y varios cms de altura en contra (como siempre). Las selecciones de Río, San Pablo y Porto Alegre tenían varios jugadores arriba de los dos metros. Nosotros teníamos uno que "casi" llegaba a las dos lucas, Carlitos Rodríguez, después venía Esteche con 1.94 y luego Barreiro y yo con 1.90.

En la última fecha definieron San Pablo y la selección del interior, ganó San Pablo por poco y quedamos empatados 3 equipos, Montevideo, Interior y San Pablo. Emociones encontradas en el bonito gimnasio del Plaza, la selección del interior perdió, las gradas repletas de gente masticando bronca y el Ruso que nos espabila: ¡por un doble somos campeones nosotros!

Festejos hasta altas horas, nos internamos en la noche profunda de Nueva Helvecia. A la vuelta despertamos a medio Hotel con un redoblante y canticos varios. Esa noche, Luis abre la puerta de los DTs y bate a más no poder el parche, con el Pepe lo empujamos y lo dejamos jugando de visitante. No hubo sanción, algún rezongo y ya.

Luego empezó una etapa muy difícil para mí. A ese torneo fui con una rodilla rota, ya había terminado el federal lesionado, jugando solo 10 minutos por partido en la segunda rueda. El Dr Voituret me dijo, ahora vas a jugar, pero luego te estudiamos y vemos que hacemos. Luego del torneo tuve enyesada la pierna derecha, de la ingle al tobillo, con la rodilla a 45 grados durante dos meses y medio. Cuando me sacaron el yeso necesite 3 meses de fisioterapia para poder enderezar la rodilla y recuperar la movilidad.

Al año siguiente, en 1984 se jugo el primer sudamericano sub 17 en Porto Alegre. Había cupo solo para 10 jugadores y habían venido los del interior. Estuve citado a la preselección, en el corte final pensé que quedaba afuera. Barreiro también venía de una lesión de rodilla. El Ruso nos llevó. A esa selección, además de los compañeros del interior se sumó por primera vez Gustavo Szczygielski que ya media más de dos metros y había empezado su camino de predominio en el área pintada sudamericana.

Como 30 años después, ya siendo directivo de 25, en un partido contra Lagomar me encontré con el Ruso que había ido a ver a su nieto Rodrigo Cardozo. Le pregunté: ¿Por qué nos había llevado a mi y a Barreiro, a lo que me respondió algo que yo ignoraba totalmente: "El Meira fue un triunfo muy importante para Uruguay y para mi como técnico. A los titulares, los llevé". 


Hace unos 5 años me encontré al Pepe Vespa en el gimnasio de la Unión de Veteranos: Hacia más de 30 años que no lo veía, me contó que había escuchado en la radio a Fabio Ottonello contando que el Meira de 1983  fue el último campeonato internacional que Uruguay gano en formativas. Ahí recién nos dimos cuenta de lo que habíamos logrado.

Uruguay solo ganó dos veces el Meira-Roselló, la generación de Pierri y la nuestra. El otro triunfo es el sudamericano juvenil en el cilindro con la generación de Pierri en el 81.

Invité al Pepe a jugar en 25 de Agosto +50. Seguimos compartiendo equipo hasta el día de hoy. Somos los únicos que quedamos en actividad de aquel seleccionado. 

Anécdotas

Una situación que pinta los pocos recursos de la época: los equipos deportivos escaseaban, en los clubes y en la FUBB todos reusábamos ropa, en nuestro caso reutilizamos los del plantel mayor campeón sudamericano  de 1981 en el Cilindro. Para ese primer sudamericano de cadetes (menores) jugué con la camiseta y equipo largo número 7, en el dobladillo escrito con marcador llevaba el apodo de su anterior usuario: Fonsi. Era el de Hebert Fonsi Nuñez, campeón sudamericano, federal y 6o puesto olímpico.

Al final del torneo Meira cambié camiseta con un jugador de San Pablo por una que lleve de Bohemios (mi equipo de formativas). El problema es que a los pocos años fui a jugar al club 25 de Agosto y quede en el club hasta hoy. La camiseta de la FPB "Federación Paulista de Basquete" tiene rayitas blancas y negras verticales, con vivos rojos, idéntica a la de nuestro clásico rival. Por razones obvias y para evitar inconvenientes y cargadas, nunca más la pude usar. Esta guardada junto a la amarilla y roja de Montevideo, recuerdos de la mayor victoria deportiva de mi vida, y del inicio de una etapa muy dolorosa y frustrante, la lesión. 

Dos caras del mismo deporte, dos caras de la vida que es maravillosa, que te da y te quita.

Agradecimientos y Recuerdos

Se agradece al destino el poder seguir jugando y disfrutando con los amigos veteranos. Al Dr. Voituret que emparchó tendones y articulaciones para que pueda seguir disfrutando del basquetbol hasta el día de hoy. A los DTs que me enseñaron y me bancaron, especialmente Arruti, el Ruso, el Elmer y D'ursi. 

A los veteranos y a los terceros tiempos, donde se practica la amistad y solidaridad, donde se discute fuerte sobre banalidades importantísimas ´de la vida, como cual fue mejor jugador, si fulano o el hermano, si aquel partido, cuantos segundos faltaban, quien hizo el ultimo doble, la quinta falta boba, quien robo aquella pelota y quién sacó el pase gol de la galera. 

40 años no es nada, Dos veces Volver de Gardel.

¡A la naranjita, a los compas de aquel Meira, a los del sudamericano de Porto Alegre, salud!

Backstage y post producción.

Antes de ese torneo, nunca había escuchado la canción  Mi Montevideo La Tacita de Plata ni la volví a escuchar en mi vida. Pero la letra la tengo intacta. 40 años después, recurro nuevamente a San Google, para que me ayude a reconstruir y opiti: aparece la canción, cantada por Romeo Gavioli.

Los amigos de la selección del interior terminaron siendo compañeros en varios equipos y torneos, de primera, segunda y ultimamente en veteranos. Nos juntamos, compartimos copas, cargadas y vivencias comunes. El Filo Salvagno publicó al pie de esta nota la foto de la selección del interior, que comparto acá.

miércoles, 28 de diciembre de 2022

 Susy y la identidad del club

Luego de varios años de silencio, retomamos la frase del viernes. 

La idea es compartir, una entrevista que hice en setiembre de este año a Susana Chahinian Baghtchedjian, toda una referente en el 25 de Agosto, perteneciente a una familia que ha trabajado mucho por el club desde sus inicios y que ha dado jugadores, directivos y amantes de nuestra institución.

Susy es la escribana que nos ha hecho todos los certificados y documentos que precisamos para los múltiples trámites con el estado. Además, cuando hay algún tema delicado que tratar, su consejo siempre es muy inteligente, siendo un referente institucional. Fue de las primeras mujeres directivas y la primer mujer en integrar un Tribunal de la FUBB.

Nació en el club, todos la respetan, dice que siempre fue así, nunca tuvo un problema, a pesar de que en su mayoría estaba integrado por hombres.

Ahora, cuando baja por Rosell y Rius y se da una vuelta por la vieja Méndez Nuñez, no conoce a nadie de los nuevos, y eso le da satisfacción: "Es la señal de que uno trascendió, que otros vienen y siguen adelante con el club y lo mejoran".

Ante la pregunta de si alguna vez tuvo un novio del club, nos dice "Nooooo, si acá son todos como mis hermanos". Dejando en claro que el club es su familia, es la identidad, el barrio, su historia. Cada vez que entra, se llena de energía. 

En una hora de entrevista, Susy describe con mucha fineza y amor lo que es el club: el sentimiento, la pasión, la identidad, el conocimiento de cada baldosa del barrio Villa Dolores, la participación de la mujer en otras épocas, el respeto, los valores, la igualdad, la integración, como se resolvieron las diferencias políticas en épocas bravas. De yapa, retrata maravillosamente a varios personajes.

Para escuchar la entrevista grabada,  OPRIMA AQUI






martes, 10 de septiembre de 2019

Deporte en el recuerdo. Una visión del club 25 de Agosto en el 2004.

Deporte en el recuerdo.

Comparto una entrevista que nos hizo Fabio Guerra para Brecha, allá por setiembre del 2004.

Otra época, otro país, otro club, otros personajes. En esa época, de un Uruguay que salía de la mayor crisis de su historia, los directivos del club no tenían auto.

Hoy hay más dinero, más autos, pero las capacidades institucionales siguen siendo muy escasas y la competencia cada vez más profesional atenta contra la sustentabilidad social y económica de los clubes de barrio.





Equipo de veteranos de 25 de Agosto. Campeón por primera vez en el 2004 en la categoría +35. 

miércoles, 31 de julio de 2019

A propósito de Sursueña. Darnauchans en clave flamenca. Por Victor Cunha

Tomado del facebook de Victor Cunha, poeta y compositor, amigo de Darnauchans y coautor de varias de sus canciones.

Tuvimos la suerte de estar en el alfa y en el omega. En el pre-estreno (ensayo general con público) y en la función de fin de temporada (de esta serie por lo menos).


Prolijidad y rodamiento profundizaron conceptos escénicos y favorecieron la continuidad de una obra que en su estructura de yuxtaposición de cualquier manera se arma y se desarma a paciencia del gusto del espectador puntual de cada noche.

Gané. Cosas que no ví la primera vez, aparecen ahora nítidas. Y cosas que vi la primera vez, también. Aunque es de fuerza decir que el sujeto espectador no es el mismo (aquello del río en el que nunca nos bañamos dos veces, pero al revés) no solo por el tiempo que le transcurre entre un espectáculo y el otro, sino porque la segunda vez es la segunda vez, uno ya no es aquel virgen espectador. Improbable de cualquier manera.

Las segundas veces dicen que no son buenas pero es mentira. A las pruebas me remito. O mejor dicho me remitiría porque la temporada acabó y el que no fue se la perdió. Habrá que esperar y ver si hay secuela.




Mientras tanto uno puede anotar gráficamente algunas cosas. Por ejemplo la estructura del techo del Teatro Victoria. Tiene algo de perversa biblioteca borgiana, sin perder la impronta del seductor vértigo de esas costillas aballenadas, añosas, maltratadas y a la vez desnudadas bellamente por el tiempo.


La obra durante un buen rato se pregunta si acaso el flamenco y Darnauchans tienen algo que ver. Es una pregunta retórica ya que la obra misma es la respuesta, pero eso no la hace menos auténtica a la pregunta porque la respuesta que se está procurando es la que el espectador pueda darse a si mismo. Como debe ser. 

Después de transitar esa zona de interrogaciones y develaciones, la obra se encamina por un playo, donde la hipótesis de trabajo ha quedado demostrada y se transita por ella y sus consecuencias sin prisa ni pudor. Las versiones darnollanescas aflamencadas logran puntos altos y lo mismo sucede con las versiones originales usadas como alma y motivación del baile. Y uno, espectador por segunda vez, se sorprende como si fuera la primera vez, al ver la exactitud con que los gestos de uno y otro lenguaje, se superponen sin ponerse sombra encima.

No sé si será posible convocar a la imaginación para suponer qué hubiera dicho Darnauchans de todo esto. Pero se podría arriesgar una cierta turbación ante una propuesta que tiene un alto porcentaje de homenaje y otro tanto de puesta en valor, desde un ángulo insólito. Es claro que en esa turbación estaría incluida ciertamente una buena cuota de orgullo y personal satisfacción. 



También es cierto que el flamenco acude a Darnauchans  y lo saluda. No solo en lo conjetural del gesto sino que físicamente tiende las manos de las bailarinas que penetran la pantalla y lo rescatan por un instante de ese “espejo a través”, donde está últimamente. 

Es imposible dejar de constatar que una especie de complot natural, sin conspiración alguna, o sea un complot sin complot y sin conspiradores, ha venido haciendo lo mismo en todos estos años, pero que en estos meses próximos pasados y pasando, “el tendido de manos a la pantalla” se ha agudizado. Enumero para comenzar que durante todo el mes de marzo en la obra “El tipo que vino a la función“ en el Teatro El Galpón, hubo una especial mención a Eduardo. Luego tenemos a “Sursueña” que se extendió todo abril y pisó mayo. En el medio, un cantautor joven de nombre Martín Laco, centra su concierto presentación de disco en el Sodre, como un homenaje a Darnauchans. En los post previos al concierto anuncia que “invocaremos al prócer Eduardo Darnauchans” y lo hace de la mejor manera: lo finaliza con una ajustadísima versión de “Balada para una mujer flaca”. 

Uno une estos cabos y tiene que concluir en que no es poco. También es justo.

Como posdata debo decir que esta última foto que podría llamarse “Variaciones sobre un fin de función” está tomada hace un rato en el Teatro Victoria en el momento en que terminaba la función de “Sursueña” y el público ya se marchaba. Eduardo se demoró un instante más en la pantalla, con los ojos fijos en la cámara para darme tiempo a hacer la toma.

Gracias Gabriela, a ti y a todo el equipo.